El delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Granada, José Javier Martín, ha entregado el distintivo 'Andalucía, calidad artesanal' a la tejedora de la Alpujarra Ana Martínez, quien elabora jarapas y tapices desde hace más de 30 años en su taller de Bubión.
En una nota de prensa, el delegado de Empleo ha valorado el proceso productivo, los útiles y materiales empleados en la confección de las jarapas y tapices ideados y creados por esta artesana de Granada, incidiendo en que la Junta ha tenido en cuenta las técnicas de producción y fases de elaboración de los mismos, sus diseños, formas y acabados «que dan como resultado verdaderas joyas textiles».
Ana comenzó a escribir la historia del telar de jarapas Hilacar hace 36 años. Entonces tenía 27 y preparaba unas oposiciones en la capital granadina pero la celebración de un curso sobre telares en Pampaneira, en la Alpujarra de Granada, le hizo cambiar de rumbo. Canjeó el temario por los harapos y fue entonces cuando decidió «probar suerte en este oficio por el que he luchado tantos años».
Desde entonces las palabras que han marcado su vida empiezan por la primera letra del abecedario: artesanía, Andalucía y Alpujarra, comarca de adopción que la vio nacer y crecer como tejedora hasta alcanzar el reconocimiento de maestra artesana en 2012. Venía de un pequeño pueblo de Almería, María, donde jamás tuvo contacto con el oficio hasta que su «curiosidad e interés» la llevaron a dar un giro de guión a su vida. Dejó los apuntes y se trasladó a la que hoy es su tierra.
Procuró formarse en un oficio, el de tejido en bajo lizo, en «peligro de extinción: antes había telares en todos los pueblos de la Alpujarra granadina pero en la actualidad sólo queda el mío», un tesoro artesanal guardado con mimo en su taller del número 29 de la calle Carretera, en Bubión.
Desde allí, su empresa Hilacar ha anudado con firmeza el pasado y el presente del oficio, aunque el futuro sea incierto. A sus 64 años, Ana Martínez vislumbra su jubilación sin que, por ahora, tenga relevo: «Me encantaría que alguien se quedase con el telar y continuase con la labor de preservar este oficio, pero por ahora no tengo a nadie», ha trasladado la tejedora al delegado, según ha informado la Junta en una nota de prensa.
«La curiosidad y el interés que despertó en mí este trabajo hizo que buscase toda la formación posible para poder dedicarme profesionalmente al arte del tejido en bajo lizo, recuperando así una parte de la artesanía textil de la Alpujarra granadina». Así, fundamentalmente autodidacta, esta artesana encontró respuesta a sus inquietudes formativas en la Escuela de Arte de Motril.
También en numerosos encuentros, ferias nacionales e internacionales a las que ha asistido durante más de 30 años, conocimientos que hoy en día tiene la generosidad de compartir con las nuevas generaciones en numerosos talleres, jornadas y proyectos de cooperación internacional en los que participa.
No en vano su taller es uno de los tres puntos de interés artesanal declarados por la Consejería de Empleo en la provincia de Granada, junto al de Mercedes Carrascosa, en Pampaneira, también en la Alpujarra, y Alfarería Hermanos Casares, en Monachil, en el área metropolitana.
Pero si Ana Martínez destaca en otro plano es por su fuerte presencia en las redes sociales por las que se ha convertido en una 'community manager' y creadora de contenidos con la ayuda del Centro de Innovación Turística de Andalucía (Andalucía Lab) y del área de Comercio de la Consejería de Empleo que le ha concedido varios incentivos para el desarrollo de su estrategia de marketing, tienda 'on line' y gestión y mantenimiento de sus redes sociales.