El sindicato CCOO Aragón ha presentado 11 denuncias ante Inspección del Trabajo tras detectar diversas irregularidades por estrés térmico en diferentes empresas de tamaño medio del comercio del metal de la provincia de Zaragoza, un sector que da empleo a 18.000 trabajadores.
Denuncias que llegan tras haber recibido comunicación en el mes de julio de varios incidentes de mareos y desvanecimientos de trabajadores y haber constatado mediante mediciones realizadas que las temperaturas dentro de varios almacenes rebasaban la temperatura máxima marcada por la legislación en más de 10 y 12 grados, según han trasladado.
Unas irregularidades por exceso de calor que CCOO Aragón ha advertido influyen en buena medida directa o indirectamente en la profusión de accidentes laborales en la Comunidad, con 19 fallecidos en 2024.
«Las empresas del comercio del metal no están cumpliendo con la normativa exigida», ha advertido el delegado de prevención y especialista en materia de salud laboral, Nacho Alastuey, en alusión al Reglamento 486/97, que establecía una temperatura máxima de 25 grados para trabajos ligeros y, especialmente al Real Decreto 4/2023 de medidas urgentes, que modificó el primero estableciendo la obligatoriedad de realizar una evaluación de riesgos específica cuando la Aemet marque avisos de color naranja o de color rojo por temperaturas de más de 38 grados en adelante.
«La realidad es que hay miles de personas que trabajan dentro de estos interiores que alcanzan temperaturas extremas, que, dependiendo de la zona del almacén donde se encuentren, pueden estar soportando cerca de los 45 o 46 grados. Y esto es una situación insostenible y que tenemos que resolver», ha reclamado Alastuey.
La secretaria general de CCOO Servicios Aragón, Marta Laiglesia, ha puesto dos ejemplos concretos de dos empresas incumplidoras --cuyo nombre ha declinado compartir-- a tenor de las mediciones realizadas en la segunda quincena de julio:
«En el almacén de una empresa del comercio del metal ubicado en Plaza, se ha llegado a alcanzar una temperatura de 42,8 grados centígrados en la zona del muelle y una máxima de 34,5 grados en el interior del almacén. El otro caso es una empresa del comercio del metal ubicada en Zuera, en la que se ha llegado a alcanzar una temperatura máxima de 44 grados y una máxima de 37,3 grados en el interior del almacén. Podemos imaginarnos lo que supone para una persona trabajadora estar cargando y descargando material pesado durante 8 horas a una temperatura de 37ºC y los riesgos que ello entraña para su salud», ha expuesto.
Tras recopilar todos estos datos, CCOO Aragón solicitó medidas preventivas y la propia Laiglesia se reunió con la patronal del metal, «pero nos encontramos con ninguna o insuficientes acciones y, en el mejor de los casos, con un 'ya lo hablaremos en septiembre', pero en CCOO Aragón no vamos a dejar las cosas aparcadas», ha avisado.
De hecho, el sindicato ha lanzado una campaña de concienciación en este sector a través de los representantes en las empresas para asesorar en caso de que resulte necesario regsitrar nuevas denuncias ante Inspección del Trabajo. Para ello se pone a disposición de las plantillas el correo electrónico saludlabora.aragon@servicios.ccoo.es y el número de teléfono 976 483 295.
Medidas preventivas
Las reivindicaciones del sindicato pasan, según ha detallado Alastuey, por «que se cumpla la legislación» y se habiliten «refugios climáticos» para aquellos trabajadores que aguantan temperaturas de más de 38 grados en jornadas laborales de 8 horas continuadas. «Queremos unos refugios climáticos donde puedan descansar los trabajadores, donde tengan pausas cada equis horas establecidas en los momentos en los que el termómetro y los avisos de la Aemet marquen unas condiciones adversas», ha reclamado.
Para ello, ha instado a controlar la temperatura dentro de los almacenes, a adaptar la organización del trabajo «con horarios flexibles y reales que miren por la flexibilidad del trabajador y no por la de la productividad porque sin trabajador no hay productividad», ha planteado.
También ha exigido «agua y electrolitos» y que se haga una «formación y información de los peligros reales» que el calor tiene para la gente «porque muchas veces no somos conscientes y no tenemos una percepción del peligro real de trabajar a altas temperaturas, creemos que es simplemente que nos dé un golpe de calor o un síncope pero va mucho más allá de ello»
El exceso del calor favorece los accidentes
En ese sentido, ha vinculado el calor a la alta siniestralidad que sufre el mercado laboral de la Comunidad, con 19 trabajadores fallecidos ya en el presente año: «Muchas caídas, golpes, cortes no vienen solamente de una imprudencia del trabajador, sino que vienen relacionados por un agotamiento mental, un agotamiento físico, una percepción irreal de las capacidades debido a estas temperaturas que durante tantas horas nos afectan al estado de ánimo», ha alertado.
Una advertencia que Marta Laiglesia ha rematado instando a todos los actores a poner de su parte: «Llevamos 19 muertes por motivo del trabajo en Aragón. Creo que ya vale. Sobre todo cuando se pueden evitar si todos y todas nos comprometemos a tomar las medidas necesarias para evitarlas y, especialmente, las empresas que están obligadas a implementar todos aquellos sistemas de seguridad destinados a evitar el máximo riesgo a los trabajadores y, además, a cumplir la ley que no cumplen», ha criticado.
«La adopción de estas medidas es esencial para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores y de las trabajadoras en este sector. Y la colaboración, como os decía, de todos los actores involucrados. Nosotros hacemos nuestra parte, vigilamos, denunciamos a la Inspección e informamos de ello, pero hay otra parte que es la que tiene que cumplir», ha concluido.