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Metal de Bizkaia creará 2.281 empleos este año pese a que sus ventas bajan hasta junio un 1,7% por primera vez en 3 años

Las empresas del sector afirman en el informe de coyuntura económica que el absentismo es el principal factor que afecta a su competitividad

Adolfo Rey y Begoña San Miguel | EUROPA PRESS EUSKADI

| Bilbao |

Las empresas del sector del Metal de Bizkaia prevén cerrar 2024 con la creación de 2.281 empleos netos, 1.281 hasta junio y otros 1.000 en la segunda parte del año, pese a que su facturación descendió hasta junio un 1,7% por primera vez tras seis semestres consecutivos de crecimiento.

Estas estimaciones forman parte del informe de coyuntura económica que incluye valoraciones relativas al primer semestre de 2024 y un avance de previsiones para la segunda parte del año.

El informe, presentado este jueves en la sede de FVEM por su presidenta, Begoña San Miguel, junto al director gerente, Adolfo Rey, ha sido elaborado a partir de una encuesta a la que respondieron 205 empresas que emplean a más de 14.000 trabajadores, del total de asociadas a FVEM que, en conjunto, emplean en Bizkaia a 55.000 personas.

Sobre esa contracción de la facturación hasta junio respecto a la de 2023, San Miguel ha explicado que el 39% de las empresas trasladan una disminución en sus ventas, el dato más elevado desde enero 2021.

Además, el número de empresas que mejoran este indicador (31,5%) es también el peor en ese periodo, con lo que el balance entre incremento y descenso de facturación es «el peor de los tres últimos años».

No obstante, ha precisado, «aunque los datos puedan preocupar en primera instancia, la caída de las ventas tiene que ver con el año de comparación, 2023, que fue de fuerte crecimiento y que condiciona las conclusiones iniciales del análisis».

Esta situación se concreta, por tanto, en una reducción del 1,70% del indicador FVEM de variación de facturación respecto al año anterior, cantidad que «apunta de nuevo a la estabilidad» ha dicho San Miguel.

La facturación esperada del sector para el segundo semestre, por tanto, será «similar, quizá con un aumento muy moderado», respecto a la de la segunda parte de 2023, periodo en el que el sector «frenó la excelente progresión de la primera parte de ese ejercicio».

En el empleo, la presidenta de FVEM ha destacado la creación de nuevos puestos, ya que, según la encuesta, el 20% de empresas dice que aumentará plantilla al cierre del año y un 74% que mantendrá los mismos empleos, lo que les permite estimar que se dará un aumento neto de empleo de «mil nuevos puestos de trabajo en el Metal de Bizkaia» en los próximos seis meses, ha remarcado San Miguel.

Otro dato significativo, ha resaltado San Miguel, es que el indicador FVEM de actividad esperada para el segundo semestre desciende por debajo del 75% (74,93%), el «segundo peor dato» desde la salida de la pandemia y que se había mantenido estable durante los últimos tres semestres en cifras entre el 78 y 79%, aunque, ha añadido, «las previsiones para la segunda parte de 2024 anticipan un cierto descenso de la actividad».

El análisis de estos datos, ha incidido San Miguel, lleva a pensar en «una tendencia a la normalización», con la reserva de una parte del sector que sigue con dificultades para alcanzar niveles adecuados de actividad.

En todo caso, «es posible que en este segundo semestre haya mayor »volatilidad« en el empleo, aumentando las variaciones de plantillas en las empresas respecto a la habitual estabilidad del sector, aunque se prevé »un incremento neto de la plantilla colectiva".

Moderación y estabilidad mercados

De cara al segundo semestre, se espera un aumento «muy moderado» de la facturación, en línea con las previsiones, también moderadas, de crecimiento de los mercados, hasta llegar a «cifras similares a la segunda parte de 2023».

En todo caso, ha vuelto a incidir en que «2024 está dejando cifras inferiores a 2023, año de fuerte crecimiento», aunque se intuye «una tendencia a la estabilidad tras el pico de un año atrás» ha precisado.

La situación de los mercados a mediados de 2024 continúa con «la cierta tendencia al empeoramiento iniciada a mediados del año pasado y vuelve a indicadores similares a los de mediados de 2022».

Así, 1 de cada 2 empresas afirma tener estabilidad en sus mercados y un 18% los califican de «recesivos». Las empresas en reactivación se reducen hasta un 32%, de manera leve, comparadas con las de 6 meses antes y de forma más acusada comparadas con las encuestas de 2023 (40%).

Respecto a las perspectivas para los mercados para los próximos seis meses, la previsión es «peor» que la que se anticipaba un año antes, aunque similar a la que se tenía al inicio de este ejercicio.

El 10% espera tener mercados en recesión y cerca de un 37% esperan tenerlos en reactivación, mientras que el nivel de empresas que perciben mercados estables hasta diciembre es el mayor de la serie (53%).

Desde mediados de 2023, las carteras de pedidos se mantienen en los niveles estables, aunque hay una tendencia de reducción dentro de los niveles fuertes (24,5%) y un aumento de los débiles (33%), por lo que, a mediados de 2024, las carteras «han perdido fuerza» ha advertido.

La «foto» inicial de la rentabilidad de las ventas de la industria del metal es positiva, con una tendencia a la concentración de empresas que la mantienen respecto a un año normal y mayor número de empresas, un 6% más las que la han mejorado respecto a las que la han disminuido.

Esta conclusión cambia al analizar los niveles de variación, ya que las empresas que pierden rentabilidad en sus ventas lo hacen de forma más intensa que las que lo ganan. Todo esto se concreta en una reducción acumulada del 1% de la rentabilidad de las ventas del sector

Primer semestre

La evolución de la actividad constata que la primera parte de 2024 continuó con la pérdida de fuerza iniciada a mediados de 2023 y muestra un leve descenso de la actividad, que confirma una tendencia a la estabilización, donde las empresas que han tenido su actividad en línea con lo previsto crecen hasta el 57%.

Sin embargo, aquellas que han estado por encima de sus expectativas descienden al 14%, dato que se reduce a la mitad comparado con enero. «En términos de evolución de la actividad, vemos una ligera pérdida de intensidad en comparación a la registrada a mediados de 2023» ha subrayado San Miguel.

Según ha añadido, las cifras son similares a junio de 2022, cuando los indicadores se frenaron por la guerra en Ucrania y «ahora están más relacionados con la debilidad de la economía europea, principalmente de Alemania y Francia, mercados destino de muchas uestras exportaciones del sector, sin olvidar la incertidumbre de los mercados».

La situación de dichos mercados se mantiene estable para la mitad de las empresas, mientras que el 18% se encuentra en recesión y el 32% en reactivación. Las previsiones hasta diciembre no anticipan cambios relevantes en este aspecto.

En cuanto a la facturación, ha descendido de forma acumulada en un 1,7%, tras seis semestres consecutivos de crecimiento, mientras que la rentabilidad de las ventas también desciende en un 1%, «con lo que podemos volver a decir que la situación se mantiene estable».

En lo relativo al empleo, tras un aumento en el primer semestre de 1.281 puestos de trabajo, los niveles de plantilla son «adecuados» para el 70% de las empresas.

Las empresas manifiestan que el principal factor que afecta a su competitividad es el absentismo, aspecto que actualmente es «disuasorio» para atraer inversiones.

En segundo lugar, se situa la dificultad para las contrataciones por no encontrar personas acordes a las necesidades, que apuntan el 42% de las empresas, que dice que ha dejado de contratar más personas por no haber encontrado candidaturas adecuadas. Por último, el exceso de regulación es el principal factor económico que más preocupa a las empresas del sector.

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