El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha tomado conocimiento de la finalización de la obra de emergencia llevada a cabo en la carretera de acceso a la estación de esquí de Sierra Nevada (A-395), a la altura del kilómetro 22, tras los desprendimientos ocurridos en marzo. Los trabajos han supuesto una inversión que supera los 1,1 millones de euros.
El desprendimiento de rocas se produjo el pasado 9 de marzo en la margen derecha de la A-395, a la altura del kilómetro 21,9, como consecuencia de un fuerte episodio de lluvia y nieve. Las rocas, de gran tamaño, ocuparon toda la calzada y produjeron la rotura de malla protectora del talud y daños superficiales en el aglomerado de la carretera.
Los daños ocasionados provocaron el corte completo de la calzada por espacio de dos horas, a partir del cual se habilitó un carril para paso de vehículos para garantizar el acceso a la estación de esquí. En un primer momento, los servicios de conservación de carreteras de la Junta de Andalucía quitaron con rapidez todas las piedras sobre la calzada y habilitaron un semáforo para regular el tránsito de vehículos.
Al poco se declaró la obra de emergencia para garantizar la seguridad vial, actuar en la ladera y estabilizar el talud. Para ello, se recurrió a una empresa especializada en contención de desprendimientos y a más de una treintena de trabajadores. A principios de abril se encararon unos trabajos de mayor dificultad que obligaban al cierre de la carretera durante varias horas de la mañana y la tarde.
Estos cortes, que duraron menos de dos semanas, se desarrollaron de manera que afectaran lo menos posible a los horarios de la estación, las horas de más tránsito y los desplazamientos de los trabajadores y visitantes, así como a los autobuses y transporte de mercancías.
El coste de la obra se valoró en casi 700.000 euros, pero ese presupuesto tuvo que ampliarse hasta superar los 1,1 millones de euros dado que, una vez iniciados los trabajos, se produjo un deslizamiento de tierra mayor como consecuencia de las nevadas y la inestabilidad del talud.
Debido a esta circunstancia, la calzada se asentó en la zona contigua debido al movimiento de la ladera. Además, se produjeron roturas en la misma como consecuencia de la caída de rocas, alguna de ellas con una masa superior a las 400 toneladas.