El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha defendido este jueves la vía de la negociación para que Catalunya gane soberanía a todos los niveles, también en el ámbito fiscal y económico.
Lo ha dicho en la clausura de la presentación del informe 2023 del Institut d'Estudis d'Autogovern (IEA), en el que se avisa de que la falta de revisión del modelo de financiación tiene «consecuencias graves» para las finanzas de los gobiernos autonómicos y, en consecuencia, para la calidad de los servicios que ofrecen a los ciudadanos.
Aragonès ha convenido que Catalunya necesita un modelo de financiación específico y singular que no sea solo «maquillaje».
Para el presidente, la vía de la negociación entre la Generalitat y el Gobierno central debe tener continuidad porque ha dado resultados, aunque ha apuntado que, en algún caso, estos resultados han sido «insuficientes».
Relación con el estado
Sin embargo, ha apuntado que la voluntad negociadora ha ayudado a la desjudicialización de la política con los indultos, la reforma del Código Penal y la Ley de Amnistía, y ha dicho que el diálogo debe seguir «si se quiere avanzar para resolver la insatisfacción de los catalanes, tal como subraya el informe, en relación con el Estado español».
«Creo que la vía de la negociación es la vía adecuada, posible y transitable para que Catalunya gane soberanía a todos los niveles, en el ámbito fiscal, pero también en el ámbito económico», ha concluido.
Doble crisis
En la apertura del acto, el director del IEA, Joan Ridao, ha alertado de que se vive «una crisis constitucional doble a nivel de Estado, no sólo la crisis territorial que aún no ha culminado con la resolución del conflicto, sino una crisis entre todos los poderes del Estado como consecuencia de los excesos de la derecha judicial».
«Aún las inventivas del poder coercitivo del Estado tras el denominado 'procés' están muy patentes. Sólo hay que ver el 'metaverso' en el que viven algunos jueces de España con algunas resoluciones creativas, por no decir extravagantes, entorno al cumplimiento de las leyes que emanan del Parlament», ha añadido.
También ha avisado de que 2023 fue un año de una creciente polarización política, en que persistió la infrafinanciación y en que «la demagogia, el populismo y la emergencia de la ultraderecha» estuvo a la orden del día, sobre todo por el incremento de las desigualdades y la pobreza.
Además, ha explicado que en el informe aparecen otros temas como las tensiones vividas en ámbitos como el del derecho a la vivienda, las problemáticas asociadas al mundo educativo y el margen de mejora que hay en cuestiones como la creación de empleo, sobre todo entre las mujeres y los jóvenes.
En el apartado de la actividad normativa, ha avisado de que se avanza «de manera inexorable e imparable hacia una especie de estado autonómico ejecutivo, en que hay un gran estado legislador, y unas comunidades que, con un marco de infrafinanciación, se ven obligadas a gestionar leyes que aprueba el Parlamento español, en cuestiones que además son de competencia autonómica, desde la vivienda o una cuestión tan prosaica como el bienestar animal».
Transparencia
Ridao, que ha reivindicado los 40 años de historia del IEA, ha defendido los avances que se han producido en transparencia, destacando que se ha producido «una auténtica revolución» sobre esta cuestión en la administración.
Sin embargo, cree que hay margen de mejora en el apartado relativo «al buen gobierno y la buena administración».