La Generalitat Valenciana y el Gobierno de Aragón se han reunido para reforzar la coordinación en prevención y defensa del patrimonio natural frente a incendios. Este jueves ha tenido lugar una primera toma de contacto en El Toro a la que han asistido la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas; la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez; la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina; el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, y el presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste.
Durante el encuentro, los responsables de ambas comunidades han señalado la necesidad de reforzar las actuaciones conjuntas en la defensa del patrimonio natural que es común a ambos territorios. Ejemplo de ello es la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel, la Reserva del Alto Túria, parques naturales fronterizos como la Tinença de Benifassà, el Penyagolosa o el parque natural de la Puebla de San Miguel, que nace de las estribaciones de la Sierra de Javalambre en Teruel.
Los titulares de Medio Ambiente e Interior de ambas autonomías y los presidentes provinciales han coincidido en que estos espacios «son verdaderas joyas naturales que merecen ser protegidas». De ahí que han apostado por garantizar la cooperación para «defender estos enclaves del fuego, pero también para proteger todo el territorio y fomentar la regeneración de los espacios afectados por las llamas».
En la reunión se han puesto de relieve los objetivos comunes y se han acordado encuentros con carácter periódico centrados en la conservación del medio natural, la lucha contra los incendios forestales y la protección del entorno en los municipios de interior.
En este sentido, la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, ha avanzado que las estaciones depuradoras «serán en esta campaña 2024 un instrumento más para luchar contra el fuego en un contexto de sequía tan complicado». Pradas ha explicado que su departamento, junto a la Conselleria de Justicia e Interior, ha impulsado un plan para utilizar agua regenerada de depuradora para el rellenado de depósitos destinados a la prevención y se utilizarán estos recursos hídricos en la extinción de incendios.
Respecto a este proyecto, Pradas ha asegurado que «con el agua regenerada de las depuradoras y a través de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunidad Valenciana (Epsar) se han seleccionado un centenar de instalaciones más próximas a los diferentes depósitos con el objetivo de que el envío sea lo más fácil y ágil posible».
Estaciones depuradoras para suministrar agua
Estos depósitos para prevención y extinción de incendios dependen, en gran medida, de las lluvias y los recursos hídricos de su entorno, por lo que requieren de un refuerzo debido principalmente a la situación de sequía que se padece. De la misma forma, Pradas ha destacado que las estaciones depuradoras también estarán disponibles para suministrar agua para la extinción de incendios, en el caso de que los equipos de emergencia así lo requieran.
La consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ha destacado «la importancia de reforzar la coordinación entre administraciones de los equipos de prevención y extinción de incendios de ambas comunidades autónomas especialmente en las comarcas del interior de Castellón, para actuar con la mayor rapidez y proteger el patrimonio natural».
En el marco de esta colaboración, la titular de Justicia e Interior ha entregado en 2024 emisoras TETRA a 8 observatorios forestales de la comunidad de Aragón -Javalón, Pico Buitre, Cerro Pelado, Santa Isabel, Tamborero, El Morrón, La Picosa, Monroyo-, que están conectadas a la red de comunicaciones digitales de emergencias de la Generalitat, para facilitar la comunicación entre observatorios forestales de zonas limítrofes entre ambas regiones y poder así compartir información en las primeras fases de detección de posibles incendios forestales.
Justicia también tiene en marcha una inversión de 26,6 millones en infraestructuras y servicios para la prevención de incendios forestales en las zonas colindantes entre la Comunitat Valenciana y Aragón.
Entre las obras destacan, además del mantenimiento de observatorios forestales y depósitos de agua, la construcción de 6 observatorios forestales próximos a Aragón -Boqueras (Altura), Alto Negro (La Yesa), Creu Gelat (Cinctorres), Frontón (Montanejos), Fredes (La Pobla de Benifassà) y Picayo (Vilafranca del Cid)-. También se ha puesto en marcha la construcción de 4 depósitos próximos a Aragón -Casas Bajas, Segorbe, Soneja y Villahermosa del Río-.
Mantenimiento de áreas cortafuegos
A ello hay que añadir el mantenimiento de áreas cortafuegos en terrenos forestales gestionados por la Generalitat, con 3 obras distintas que afectan a Castellón y norte de Valencia, el suministro e instalación de sensores de datos meteorológicos en Unidades de Prevención del Servicio de Vigilancia Preventiva, la prestación de servicio de seguimiento y desarrollo de la planificación de prevención de incendios forestales de la Comunitat Valenciana, y el Servicio Vigilancia Preventiva 2023-2025.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Turismo de Aragón, Manuel Blasco, ha recordado que la coordinación entre Aragón y la Comunitat Valenciana «ya existe» y lo que se pretende con la firma del protocolo es «organizarla» para que les permita la intervención inmediata de las cuadrillas de una comunidad cuando vean un incendio en la de al lado. Blasco también ha incidido en la importancia de la gestión forestal. «Hay que limpiar los montes, la madera es reutilizable», ha dicho.
La presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina, ha incidido en que «los tiempos de respuesta en las intervenciones por incendios o emergencias y salvamento es clave a la hora de actuar de forma exitosa y de ahí la importancia de una colaboración y coordinación entre ambas comunidades». «Frente al fuego la solidaridad, la prevención y la política útil nos une para generar seguridad, concienciación y tranquilidad en nuestras provincias», ha afirmado.
Los responsables de ambas autonomías han visitado la zona de Torás, concretamente dos puntos afectados por el incendio de Bejís de 2022, en la que se han llevado a cabo diferentes medidas una vez fue extinguido el incendio con el objetivo de favorecer la regeneración del entorno. Se han invertido casi dos millones de euros en trabajos de emergencia en la zona afectada. Los esfuerzos se han centrado en la mejora de las pistas forestales, en levantar estructuras para que no se erosione el monte, en el triturado de madera y en construir balsas para fauna.