El subjefe de los Mossos d'Esquadra en la región de Girona, el intendente Xavier Domènech, ha afirmado este sábado que los agentes desestimaron intervenir ante el grupo que destrozó en la noche de este viernes tres domicilios en Figueres (Girona) de los familiares del presunto autor del tiroteo que ocurrió en la capital gerundense en la noche de Sant Joan.
«Con la fuerza que teníamos en ese momento se los podía intentar parar, pero se debería haber utilizado una fuerza excesiva para pararlos, pero contenerlos habría sido muy difícil. No podíamos crear un mal más grave del que podíamos evitar», ha asegurado este sábado en una entrevista en 'RAC1'.
Domènech ha detallado que, este viernes, la mediación entre la policía catalana y el grupo asaltante ha sido muy complicada, un grupo que, ha detallado, ha empezado con unas 60 personas hasta llegar hasta cerca de 100 participantes con hachas, palos y objetos, textualmente, contundentes.
El intendente ha explicado que los asaltantes les aseguraron que no provocarían ningún incendio ni otro delito además de los destrozos: «Ha sido una cuestión más de honor, de orgullo... Una teatralización».
Domènech también ha informado de que el grupo les comunicó que ésta era la última acción que querían llevar a cabo y que dan «por finalizada la venganza».
Alcalde de figueres
En otra entrevista también en 'RAC1', el alcalde de Figueres, Jordi Masquef ha hecho hincapié en que existe «un problema estructural en el barrio de Sant Joan» y, aunque ha matizado no hay que generalizar, ha asegurado que hay una economía sumergida basada en el cultivo de marihuana y el tráfico de drogas.
«La ley es una y debe cumplirse para todos. No se puede retroceder en el tiempo y aplicar el ojo por ojo y diente por diente. Estas luchas tribales, comportamientos cainitas y revanchas no llevan a ninguna parte: la gente está atemorizada», ha añadido.