«No por hacer la obra dejaré de tener el trastorno, quizá conviva con ello, con mis dificultades, con mis zonas oscuras toda la vida. Gracias al hecho de trabajarlas consiga no llegar a lugares extremos», así de contundente se muestra la artista argentina Marina Otero (Buenos Aires, 1984), quien lleva la salud mental a escena en 'Kill me', espectáculo cuyo estreno en España se producirá el próximo 18 de junio en la Sala Verde de Teatros del Canal y que supone la nueva pieza de su proyecto 'Recordar para vivir'.
«No me gusta poner el arte en un lugar tan pretencioso, es exigirle demasiado a las obras, hacemos lo que podemos, pero en lo profundo sí creo que sanan», ha subrayado la creadora, quien defiende también la importancia que, más allá de lo que aporta el proceso creativo, aporta a artista y público el hecho de compartirla sobre las tablas.
«El sentido del arte es compartir, cuando hago lo que hago, es para otros, no sólo por mi propio narcisismo, que está ahí también, pero sobre todo es el hecho de compartir con otras personas», ha defendido Otero en una entrevista telefónica con Europa Press.
El espectáculo, que permanecerá en escena hasta el próximo día 23, reúne a cinco bailarinas y un actor que tienen una relación con trastornos mentales, los cuales protagonizan la continuación de dos obras anteriores de Otero ya exhibidas en Madrid dentro del Festival de Otoño de 2022, 'Love me' y 'Fuck me', todas ellas dentro de 'Recordar para vivir', proyecto en el que la creadora se propone presentar diferentes versiones de obras hasta el día de su muerte, como ella misma declara.
La artista porteña remarca esa relación con el público a través del teatro, más ante situaciones de trastornos mentales en los que pueden sentirse acompañado y no verse aislados. «La obra nos permite decirnos no estamos solas, no estás sola, a mí me está pasando lo mismo», explica.
Poniendo en el centro de 'Kill me' la salud mental, Otero trabajó con diferentes trastornos de la personalidad. Esta directora, intérprete, autora y docente vive actualmente en Madrid y sus espectáculos han recorrido el mundo, presentándose en Alemania, España, Italia, Francia, Suiza, Portugal, Singapur, Dinamarca, Bélgica, Austria, Grecia, Polonia, Israel, Sarajevo, Perú, Chile, Colombia, México, Brasil, Uruguay y Argentina.
Según afirma Marina Otero, en 'Kill Me', que tras su reciente estreno en Francia podrá verse por primera vez en España en Teatros del Canal, se busca poner sobre el escenario una cuestión como la de la salud mental huyendo de la «corrección» y hablando, desde su propia experiencia como paciente con un trastorno de personalidad, «de la locura».
Su propia experiencia se mezcla en escena con la danza y la música en vivo, aportando baile y melodía al texto, todo ello con un vídeo de archivo de la cineasta Florencia de Múgica, una propuesta escénica en la que el elenco se expone «desde a crudeza» y «con todo lo que implica».
«Me importa lo que me sucedió, decidí exponerlo así para que se pueda reflexionar sobre el tema, no condenar con etiquetas», insiste Marina Otero, quien subraya la importancia que tuvo para ella, a la hora de construir 'Kill me', de mantener un equilibrio entre el aspecto comercial inherente a una obra de teatro y cierta mercantilización de la salud mental devenida de su inclusión en la agenda pública.
«Para poder hacer lo que hacemos tenemos que entrar en cierto mercado, la obra se vuelve un objeto de venta. Ése es el peligro. Es algo que me cuestioné», ha admitido.
A raíz de una crisis tras la que le diagnosticaron su trastorno de personalidad, la creadora argentina afincada en Madrid decidió convocar a bailarinas con algún tipo de relación con la misma dolencia, surgiendo una pieza que, a diferencia de las anteriores, cede el protagonismo al grupo, reflejando también la condena a las «etiquetas» que afectan con mayor crueldad a las mujeres a la hora de hablar de «locura».
Marina Otero se desnuda en esta obra «tanto emocional como literalmente» desde su propia experiencia, poniéndose «en peligro» desde el conocimiento de sus «límites», pero sin exponer «a las demás personas», cinco bailarinas con sus propios trastornos mentales, pero cuyos textos, aunque basados en sus historias, se adentran más en la ficción.
Proceso "complejo" de creación
Un proceso «complejo» de creación que, como gusta la artista para su obras, ha sido «largo», lo que ha permitido generar «confianza» y un «espacio de unión» y de «vinculación». «Si yo no estuviera ahí desnudándome, no podría pedírselo a ellas», explica.
La primera de las piezas del proyecto 'Recordar para vivir' fue 'Andrea, el nombre de una prostituta', cuya biografía exponía Otero en escena. Luego vino 'Recordar 30 años para vivir 65 minutos', premio a la Mejor Dirección en Danza en la Bienal de Arte Joven 2016 (Buenos Aires). En esas dos obras la creadora se expresaba con una danza extrema, violenta, brutal.
El esfuerzo físico que desplegaba en sus creaciones le provocó una hernia discal múltiple que la llevó al quirófano. De esa experiencia surgió 'Fuck me', concebida también para el baile, pero no pudo ser así a causa de la enfermedad, aunque los cinco performers-bailarines que actúan en la obra hablan por la artista a través de sus cuerpos.
Con 'Fuck me' obtuvo el Premio del público ZKB del Theater Spektakel 2021 de Zürich. Posteriormente estrenó 'Love me', sobre la violencia que la artista lleva dentro. Como docente, Otero coordina talleres y seminarios de creación. Sus propuestas pedagógicas han sido recibidas en Argentina, Francia, Perú y España. Después de la función del 19 Marina Otero mantendrá un encuentro con el público.
Tras pasar por Teatros del Canal, 'Kill me' volverá a Francia y pasará, entre este año y el próximo, por distintos escenarios europeos como Berlín, Suiza y Portugal, así como por Gerona y Barcelona en Cataluña.