El Ayuntamiento de Barcelona ha celebrado este viernes el pleno municipal de mayo, que ha contado únicamente con la parte ejecutiva para aprobar trámites, y sin la parte de impulso y control por la campaña electoral de las europeas del 9 de junio.
Al no haber la parte de impulso y control, no se han debatido proposiciones de los grupos municipales, ni se han registrado ruegos ni preguntas, lo que ha acortado la duración de la sesión, que ha empezado a las 10 horas y ha durado 35 minutos.
Todo ello en un contexto de espera en el Ayuntamiento para que el alcalde socialista, Jaume Collboni, pacte con los grupos de la oposición para ampliar su gobierno de 10 concejales después de aprobar los Presupuestos de 2024 mediante una cuestión de confianza.
Así lo situó Collboni que, tras aprobar las cuentas el 2 de mayo a través de este mecanismo, afirmó que el siguiente paso sería la ampliación del gobierno, que fija para antes de verano y sobre el que reitera que será «progresista».
El alcalde desvinculó la posibilidad de un pacto en Barcelona de los resultados de las elecciones al Parlament del 12 de mayo, aunque el teniente de alcalde Albert Batlle admitió que el acuerdo «se ha complicado mucho» por la anticipación de los comicios catalanes.
No concreta si será con erc
Tras el 12M, Collboni reiteró su compromiso para ampliar gobierno, pero no concretó si intentará alcanzar esta mayoría con ERC, con quién afirmó que ya mantiene un diálogo abierto tras pactar los Presupuestos, aunque se quedarían en 15 concejales de los 41 que tiene el Ayuntamiento.
A la espera de nuevas negociaciones para alcanzar este pacto antes de verano, fuentes de los republicanos han explicado a Europa Press que no han retomado estas conversaciones con el gobierno municipal (paralizadas por el ciclo electoral), aunque sí «hay conversaciones a diferentes niveles» sobre la ciudad.
Collboni tampoco mencionó a los Comuns, que insistían en un tripartito de izquierdas (que sumaría una mayoría de 24 ediles), y con quienes no logró un pacto para los Presupuestos tras semanas de negociaciones, que BComú vinculaba al pacto de gobierno y el PSC no aceptó dicha condición.
Ciudad "sin rumbo"
Mientras el gobierno socialista defiende que está consolidado y que gobierna desde el primer día, Junts, BComú y PP le reprochan no impulsar proyectos y estar en una situación de debilidad.
Desde Junts, critican que la ciudad está «sin rumbo», los Comuns le reclaman posicionarse y formar un gobierno progresista, y ERC celebra que el pacto de Presupuestos mueva al PSC a su estilo de ciudad, según ellos.
El PP se congratula de haber terminado con el mandato de la exalcaldesa Ada Colau por su apoyo a la investidura de Collboni y le insiste para que gobierne en minoría.
Por su parte, Vox se ve como el único partido «consecuente que no ha entrado en el juego de sillas».
De hecho, en el pleno de abril la oposición a Collboni constató su «falta de diálogo» y le pidió replantear su manera de actuar, mediante una proposición de Junts aprobada con el apoyo de BComú y que contó con la abstención de ERC, PP y Vox y con el rechazo del gobierno del PSC.
Tras un año de las municipales
Este es el escenario político en el Ayuntamiento de Barcelona cuando esta semana se ha cumplido un año de las elecciones municipales del 28 de mayo, marcado por el contexto electoral por las elecciones catalanas y las europeas.
Collboni fue investido el 17 de junio con el apoyo de los Comuns y del PP tras arrebatar la alcaldía en el último momento al candidato de Junts, el exalcalde Xavier Trias, que ganó las elecciones y que había pactado un gobierno de 16 ediles con ERC.