El presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, ha inaugurado este viernes el nuevo edificio de la Llotja de Pescadors, que sustituye al anterior, para abrir la actividad pesquera a la ciudadanía a partir del mes de octubre, después de la Copa América de Vela.
También han participado en el acto el director del Port Vell, David Pino; el director de Política Marítima de la Generalitat, Sergi Tudela, y el patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Barcelona, José Manuel Juárez.
Salvadó ha dicho que es una primera pieza de un conjunto de acciones que la infraestructura prevé impulsar en los próximos meses para que «la pesca en Barcelona sea visible, esté en el frente, que se abran las puertas».
También ha enmarcado la iniciativa en la transformación que, a su juicio, requiere el muelle de Pescadors y el Port Vell para abrirlo a la ciudad y a los barrios, que según Pino quiere ser «más marítimo, más portuario».
La infraestructura ha invertido en el nuevo inmueble casi nueve millones de euros y las obras han ido a cargo de FCC Construcción en un año y medio.
El edificio cuenta con más de 3.200 metros cuadrados y una rampa exterior de 140 metros para acceder a una zona desde donde ver las subastas y un futuro restaurante.
Pinós ha destacado que este planteamiento «no molesta a la actividad pesquera», sino que la potencia y la explica, y ofrece la oportunidad para reflexionar sobre el rol del mar en la vida de los barceloneses.
Restaurante
La nueva Llotja albergará un restaurante, cuya adjudicación está prevista para después del verano, y que Salvadó ha deseado que esté muy vinculado a la pesca y que no sea «un restaurante más de los centenares que hay» en Barcelona.
La demolición de las antiguas instalaciones de la lonja empezó el 24 de mayo, durará unos cuatro meses y es el «paso previo» para reurbanizar el acceso al muelle de Pescadors después de la Copa América de Vela, a través de un paseo que conectará la Torre del Rellotge --ahora espacio restringido-- con el Passeig Joan de Borbó.
Generalitat
Tudela ha asegurado que la nueva Llotja supone «la dignificación y visibilización del sector hacia el resto de la sociedad» y que contribuye a romper la brecha que ve entre el mundo urbano y el marítimo.
Ha lamentado que los pescadores, a menudo, sufren «reglamentos europeos absolutamente estrictos y alejados de la realidad», y ha expresado su disposición a --textualmente-- acompañarlos en todo lo que necesiten.
Pescadores
Juárez ha abogado por que los pescadores no estén «tan separados del sector urbano» y ha reivindicado a esta actividad como el único sector primario que queda en la ciudad.
Ha exigido facilitar a las nuevas generaciones continuar con esta labor y ha advertido que la pesca sostenible local tiene que quedarse: «En el Mediterráneo, o lo hacemos así, como la venimos haciendo, o es insalvable».