Los secuestradores de Zaryn Dentzel, fundador de Tuenti, han pactado una condena de nueve años de cárcel tras reconocer en el juicio que el 2 de noviembre de 2021 retuvieron al empresario estadounidense y le torturaron en su piso de Madrid para conseguir 25 millones en bitcoins de su monedero digital, algo que no lograron conseguir.
El juicio apenas ha durado unos minutos al alcanzarse un acuerdo de conformidad entre las defensas, la acusación particular y la fiscal del caso. De veinte años de cárcel que se solicitaban, la pena quedará ahora reducida a nueve años de prisión al pasar un delito de secuestro a detención ilegal y al retirarse un delito de estafa.
Conforme al acuerdo, se mantienen los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con violencia con detención ilegal, y dos delitos de lesiones. Los procesados llevan ya año y medio entre rejas.
Una vez ratificado el acuerdo por los cuatro acusados, éstos han salido esposados de la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Madrid y bajo custodia policial, pasando por delante de su víctima.
Tras concluir el juicio, Dentzel ha manifestado que tiene «ganas de pasar página» y que lo ocurrido fue «una cosa horrible». Tras los hechos, estuvo un año sin pisar España y ahora regresa agradecido con el trabajo y «el esfuerzo» realizado por la Policía.
«Debo mucho a España. Vine con 23 años, fundé Tuenti y tuve mucha suerte. Ahora es un momento de bajón pero todo lo que nos hunde, nos hace más fuerte», ha recalcado.
Atados y envuelto en una alfombra
Según el relato de los hechos, los procesados en fecha no concreta pero anterior al 2 de noviembre de 2021, se concertaron para «obtener de forma ilícita 500 bitcoins equivalentes a 25 millones de euros, que el empresario estadounidense con residencia en España, guardaba en su monedero digital».
Los procesados, conocedores de que Zaryn vivía solo, le mandaron en la mañana del 2 de noviembre de 2021 mensajes a su teléfono móvil, en los que fingían ser amiga de una amiga suya, para lograr concretar una cita con él, ese mismo día, y así acceder al interior de su vivienda.
De esta forma, sobre las 15.35 horas del día 2 de noviembre de 2021 los cuatro encausados, acudieron al domicilio, llamando la procesada al telefonillo del portal, mientras los otros tres procesados se ocultaron.
Tras acceder a la vivienda, «los procesados siguiendo el plan que habían trazado y provistos de cuchillos, botes de spray de pimienta, dos Taser o pistolas eléctricas y grilletes metálicos, se abalanzaron todos sobre él».
Atado y envuelto en una alfombra
Así, le golpearon, le rociaron los ojos con un spray de gas pimienta, le taparon la boca, pusieron una capucha en la cabeza, le colocaron unas esposas metálicas por la espalda, le tiraron al suelo y le envolvieron en una alfombra.
Luego, le trasladaron al dormitorio, al tiempo que taparon las cámaras de video vigilancia que estaban instaladas en la vivienda, y encendieron la televisión, poniendo el volumen al máximo, para impedir que los vecinos pudieran escuchar pedir auxilio a la víctima.
En el momento de ocurrir estos hechos, se encontraba en la vivienda un técnico de mantenimiento, que no estaba previsto por los procesados que estuviera, pero que había acudido para instalar la calefacción.
Los procesados al percatarse de su presencia le propinaron un golpe en la cara, mientras la procesada le roció los ojos con el spray de gas pimienta, tras lo cual le tiraron al suelo y le siguieron rociando con el gas, le ataron las manos con unas bridas, le colocaron una capucha con el spray de pimienta, que le tapaba la cara y le impedía respirar, y luego le arrastraron hasta la habitación de servicio, donde le ataron a una silla dejándole inmovilizado.
Una vez que los acusados inmovilizaron al fundador de Tuenti, le trasladaron al dormitorio donde colocado en una silla, atado y con un trapo que le cubría la cabeza, le exigieron bajo amenaza de muerte la entrega del móvil y la Tablet ya que eran conocedores, que en los referidos aparatos tenía una aplicación para poder acceder al contenido del monedero digital que contenía los millones de euros en la criptomoneda de Bitcoins.
Zaryn les dio el móvil, el IPad y la clave para acceder, al estar seguro que si no lo hacía le iban a matar, ya que durante el tiempo que permaneció inmovilizado le propinaron varias descargas eléctricas con la Taser que portaban, y con un cuchillo le hicieron un corte rectilíneo desde el pecho al ombligo, y le colocaron plásticos en los pies, diciéndole que le iban a descuartizar, comenzando por amputarle los dedos de los pies, para luego seguir con las piernas.
Pese a que les dio la clave no lograron acceder al monedero, ya que dicha operación no la podía realizar solo, sino que tenía que realizarla junto con su gestor. Tras reiterados intentos utilizando las claves aportadas, le amenazaron con montarle en una furgoneta de un carnicero, que tenían en la calle y trasladarle a Toledo donde le iban a estar durante días descuartizando, hasta poder apoderarse del dinero.
Durante todas estas horas, los procesados también le conminaron bajo amenaza y mediante descargas eléctricas con la Taser a entregar todos los objetos de valor y dinero que tuviera en la vivienda. Así, la víctima les dio 5 relojes marca Rolex que hicieron suyos, así como sus dos tarjetas bancarias.
Los acusados sobre las 19.10 horas del mismo día, viendo que no podían hacerse con los Bitcoin huyeron de la vivienda, dejando atadas a las víctimas tras apoderarse de un teléfono móvil y otros objetos como cinco Rolex tasados en 68.400 euros.
Como consecuencia de estos hechos, el fundador de Tuenti padeció dos lesiones superficiales lineales en cara anterior de tórax desde parte superior del esternón a abdomen, lesiones en ambas muñecas y tobillos y erosiones en región lumbar.
Los procesados, están privados de libertad por estos hechos desde el 19 de octubre de 2022, en que fueron detenidos, habiéndose dictado por el Juzgado de Instrucción nº 36 de Madrid Auto de Prisión Provisional en fecha 21 de octubre en relación a los cuatro procesados, situación en la que se mantienen a día de la fecha.