La Audiencia de Sevilla ha condenado a cinco años y diez meses de cárcel a un varón por un delito de atentado cualificado a la autoridad y dos delitos de amenazas, tras haber agredido y amenazado al alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández (IU), y a un miembro de la agrupación de Protección Civil de dicha localidad en el transcurso de un altercado provocado en plena madrugada por esta persona.
En esta sentencia emitida el pasado 28 de noviembre de 2023 y recogida por Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla declara probado, de conformidad entre las partes, que la madrugada del 24 de septiembre de 2021, el acusado, de entonces nos 30 años de edad, «con motivo de pretender causar inquietud en la población por su conducta antisocial, se dirigió por la zona conocida con el nombre de la Miolineta de la localidad de Aznalcóllar, pretendiendo quemar los contenedores y vociferando y diciendo a los vecinos que los tenía que matar, motivo por el cual se dirigió hacia la zona un voluntario de Protección Civil» en un vehículo de propiedad municipal.
Pero al ver a este efectivo de Protección Civil, según la sentencia, «el encausado reaccionó en contra del mismo, llamándole 'chivato, hijo de puta' y que el coche de Protección Civil iba a arder».
El relato de hechos probados incluye que el individuo se habría introducido en el citado coche, «propinando un puñetazo» al citado miembro de la agrupación local de Protección Civil, alcanzándole en el oído izquierdo.
Rajó los neumáticos del vehículo municipal
«Momentos después, sobre las 7,40 horas», siempre según el relato de hechos probados, el encausado «se personó en las proximidades del domicilio» de dicho efectivo de Protección Civil, donde fue sorprendido por el mismo cuando extraía un cuchillo de uno de los neumáticos del vehículo municipal de Protección Civil, «con el que había pinchado» dos de los neumáticos del coche; además de haber «quebrantado su espejo retrovisor, piloto y limpiaparabrisas».
Ya a las 8,00 horas, según el relato de hechos probados, el inculpado «se presentó ante la puerta de la vivienda» del citado miembro de Protección Civil y «tras decirle que tenía que matarlo, hizo ademán de lanzarle un cuchillada dirigida hacia el mismo, lo que motivó que ante el altercado, este llamara al alcalde y a uno de sus concejales para comunicarles lo que estaba sucediendo».
Ya sobre las 8,20 o las 8,40 horas, según la sentencia, el alcalde de Aznalcóllar se personó en el lugar de actos «con la intención de pacificar la situación», pero «al ser este reconocido por el encausado, »le manifestó que se quitara de allí, que él lo tenía que matar, todo ello portando un cuchillo, y cogiendo del suelo dos piedras, lanzándoselas y impactando una de ella en el brazo izquierdo del mismo" alcalde.
"los tenía que matar"
«En el transcurso del altercado, el encausado, portando en su mano el cuchillo que fue intervenido, no dejó de decir a los que allí se encontraban que los tenía que matar, haciendo además de dirigirse a ellos para clavarlos y tirando piedra hacia ellos, manteniendo la disputa con los vecinos que se acercaban al donde se encontraba; diciéndoles que los tenía que matar, que tenía que matarlos a ellos y a sus familias», declara además probado la sentencia, precisando además que en aquellos momentos, el encartado «sufría un trastorno disocial de la personalidad y adicción a múltiples sustancias toxicas».
Dado el caso, y de conformidad entre las partes del proceso judicial, el tribunal condena al encartado a cuatro años y tres meses de cárcel por un delito de atentado cualificado a la autoridad, un año más de prisión por un primer delito de amenazas, siete meses adicionales de cárcel por un segundo delito de amenazas y a diferentes multas por un delito leve de lesiones, otro delito de daños y un delito leve incidental de lesiones, siempre con la atenunate análoga de alteración psíquica.
Además, la condena incluye la obligación de indemnizar con 213 euros al miembro de Protección Civil afectado, con 279 euros al alcalde y con 760 euros al Ayuntamiento de Aznalcóllar por los daños causados al vehículo municipal.