El presidente de la Cámara de Barcelona, Josep Santacreu, ha apostado por la electrificación de las infraestructuras: «Lo que me parece una barbaridad es que hoy en día en el Puerto de Barcelona los cruceros no estén conectados con un tubo eléctrico».
Lo ha dicho este viernes junto a la vicepresidenta del área de Acción Climática del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y portavoz de BComú en el Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, en un coloquio sobre la emergencia climática organizado por el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB).
Según Santacreu, el problema no es que los cruceros estén en el Puerto de Barcelona, sino que actualmente estos no tengan las infraestructuras necesarias para consumir energía renovable.
El Puerto prevé que la electricidad llegue al muelle Adossat en 2026 mediante la construcción de siete conductos subterráneos que lo conectarán con el muelle de la Energía, cuya licitación se aprobó en mayo.
El prat, "el más sostenible"
«Lo que me gustaría decir es que Barcelona tiene el aeropuerto más sostenible del mundo», ha añadido Santacreu, y ha pedido que todos los agentes apoyen los nuevos planteamientos de aviación con combustibles poco contaminantes.
Janet Sanz ha dicho que «no puede ser que estos cruceros y aviones sigan consumiendo combustibles fósiles como si nada» y ha reclamado una reflexión sobre el modelo económico.
Ha pedido un equilibro entre el crecimiento y el decrecimiento y la prosperidad y el bienestar social: «Claro que debemos poder seguir viajando, pero diferente».
En este sentido, Sanz ha defendido el modelo de 'supermanzana' de Barcelona y la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que se implementó durante el gobierno de la exalcaldesa y líder de BComú, Ada Colau.
Tejido empresarial
Para Santacreu, es imprescindible que empresas y administraciones empiecen a medir sus niveles de emisión gases contaminantes para poderlos reducir: «Hay gente que se muere porque no abordamos el tema del cambio climático».
Sanz ha asegurado que las empresas no están en contra de la reducción de las emisiones, sino que piden seguridad jurídica y una planificación.