El Gobierno andaluz ha abogado este martes por flexibilizar las restricciones actualmente vigentes en el consumo humano de agua en las demarcaciones hidrográficas de su competencia, Mediterráneas Andaluzas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras, para que, con la premisa de garantizar el primer lugar el uso doméstico, propiciar seguidamente que se beneficien también los sectores productivos, como la agricultura y la industria, del incremento de las reservas hídricas tras el paso de la borrasca Nelson por Andalucía durante la Semana Santa.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, le ha puesto voz a ese planteamiento este martes en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.
Con la idea de que los datos de incremento del agua embalsada, 1.260 hectómetros cúbicos en una semana que han permitido llegar a unas reservas de 4.781 hectómetros, casi el 40% de la capacidad de la región, que es de casi 12.000 hectómetros cúbicos, «nos hace ser más optimistas» para «poder mejorar la situación hídrica», Crespo también ha precisado que no hay un mapa homogéneo de la situación de Andalucía por «el desigual reparto» de las lluvias, que se ha hecho notar más en la zona occidental de la región.
La consejera ha apuntado la idea de que «las lluvias nos alivian» pero ha pedido «no lanzar las campañas al vuelo», y a la espera de la inminente convocatoria de los comités de seguimiento de la sequía, ha dado cifras de cómo puedan quedar esas restricciones actuales, que son de una media de consumo de 160 litros por persona y día, cota que ha asegurado «se puede modificar» para pasar a una horquilla que ha situado «entre 180, 200, 225 litros por persona».
El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicó la pasada semana, día 27 de marzo, tres órdenes que rubricaba la propia Crespo sobre las medidas por el estado de la sequía que se debían aplicar en las Cuencas Mediterráneas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras, donde establecía esas restricciones, aplicadas una vez que en febrero se reunieron las Comisiones para la Gestión de la Sequía, órganos donde la consejera ha recordado que se sientan los ayuntamientos y los ecologistas.
En las Cuencas Mediterráneas la limitación es de 160 litros por habitante y día, para el consumo urbano, mientras que en el ámbito agrícola se reduce a un 25% de la demanda media y el recorte es de un 20% para el uso industrial. En este último ámbito se ha mostrado partidaria de que esa limitación pase de ser de un 20% a un 10%.
Crespo ha apuntado que en el caso de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es de competencia estatal y de la que ha recordado que «habla de normalidad», ha planteado que «el arroz no se ha sembrado» cuando su limitación es de 150 metros cúbicos por hectárea de riesgo y se ha aventurado a apuntar que «esos 150 no creo se queden inamovibles dada la situación de normalidad».
En las cuencas de su competencia, la titular de Agricultura ha indicado que en la Guadalete-Barbate se puede mejorar la restricción vigente de un 65% de restricción, al igual que en el Tinto-Odiel-Piedras.
Se trataría de «un alivio importante», ha sostenido la consejera, que propiciaría «hacer más actividades», convencida de que «el sector productivo también tiene que tener ese alivio», quien ha reiterado que «nuestra postura es flexibilización si hay dotación garantizado el uso de agua en boca» y así «podemos flexibilizar otras medidas, hasta donde nos llegue la posibilidad».
Crespo ha recordado en la rueda de prensa las palabras que este lunes pronunciara en una conferencia el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, acerca de que «los barcos están descartados» para traer agua desalada a Andalucía, una alternativa que se abordó en el encuentro que mantuvo en febrero Moreno con la vicepresidenta y ministra Teresa Tibera, con el matiz que ha apuntado de «excepto averías», tras poner de manifiesto el ejemplo que se vivió en Nochevieja en Almería con el problema de la desaladora de Dalías.
Crespo, partidaria de «seguir con las medidas de ahorro», ha abogado por la ejecución de las medidas contempladas en el cuarto decreto de sequía, ha apuntado en ese sentido la reunión prevista para la próxima semana con el Gobierno con la propuesta de incrementar la capacidad de desalación del Atabal en Málaga o destinar los 5 hectómetros cúbicos para la provincia de Almería.
Restricciones en los pedroches
En el caso de las restricciones de suministros en la comarca de los Pedroches (Córdoba), Crespo ha abogado por «ir más rápido con la ETAP (Estación de Tratamiento de Agua Potable) de Córdoba», planteando la licitación en junio de la obra de conexión entre La Colada-Sierra Boyera, con la idea de «hacerla defintivamente para que no ocurra lo que ha ocurrido durante estos once meses» de restricciones.
Crespo ha precisado la necesidad de someter a tres analíticas positivas el agua de consumo en Los Pedroches y a partir de los resultados decidir «enlazar las obras» para poder determinar «cómo se mezcla esa agua».
La consejera de Agricultura ha recordado que «nos preguntan a nosotros cuando se trata de una obra que es de la competencia del Estado», por cuanto la presa de La Colada pertenece a la Confederación del Guadiana y Sierra Boyera es del Guadalquivir«, mientras que ha defendido que »quien está preocupado es el Gobierno de Moreno«, antes de reconocer que »no me atrevo a dar fechas porque las cosas pueden fallar«, aunque ha indicado que »en estas dos semanas todos los análisis deben estar hechos".