La investigación del accidente de tráfico acontecido al arrollar un camión un control de drogas instalado por la Guardia Civil en el tramo de la autovía AP-4 correspondiente a Los Palacios y Villafranca (Sevilla), con el resultado de seis muertos entre los que figuraban dos agentes; sigue su curso y están siendo exploradas «todas las posibilidades» sobre sus causas, pues aún no hay «una explicación lógica» de lo sucedido.
Así lo ha manifestado el fiscal delegado de Seguridad Vial de Andalucía, Ceuta y Melilla, Luis Carlos Rodríguez León, en una entrevista en Canal Sur Radio, en la que ha detallado que las pesquisas, en las que participa la propia Guardia Civil, implican «muchos cálculos de velocidad, de fuerza o de desplazamiento» de los vehículos involucrados; así como comprobaciones de la señalización instalada por los agentes.
El representante del Ministerio Público ha expuesto que más de una semana después de este grave siniestro, aún hay que «investigar con más profundidad» para esclarecer sus causas, pues «no hay, entre comillas, una explicación lógica de lo que ocurrió». Es decir que lo acontecido «no concuerda» con los datos recabados hasta el momento, extremo que convierte a esta investigación en una tarea «más compleja».
Es por eso que ha pedido dar «más tiempo» a los profesionales involucrados en la investigación, agregando que entre otros aspectos, no ha sido descartado aún que el conductor del camión, que arrojó resultado negativo en las pruebas de alcohol y drogas; estuviese usando un teléfono móvil mientras estaba al volante.
«No se ha descartado todavía porque se están investigando las comunicaciones de los teléfonos, tanto del privado como el de la empresa. Lo mismo después, una vez que se haya hecho el análisis, hay que descartarlo también», ha dicho Luis Carlos Rodríguez León, manifestando que es necesario explorar «todas las posibilidades que a la mente humana se le puedan ocurrir, para ir descartando opciones hasta que encontrar algo que, de alguna manera, pueda ayudar a dar razón a lo que ha ocurrido».
El accidente ocurría sobre las 4,40 horas de la madrugada del martes de la semana pasada en el kilómetro 24 del sentido Sevilla de la autovía AP-4, en Los Palacios, donde el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil había instalado un control de interceptación de traslados de sustancias estupefacientes, conformado por un total de 17 agentes, el doble del mínimo de ocho efectivos que marca el protocolo del Instituto Armado para este tipo de dispositivos.
La "visibilidad" del control
Aunque el control estaba en un punto «de visibilidad» de la autovía y estaba debidamente señalizado, según el subdelegado del Gobierno central en Sevilla, Francisco Toscano Rodero, fue «barrido» según sus palabras por un camión articulado cargado de productos hortifrutícolas que había partido de La Línea de la Concepción (Cádiz) con destino a Guarromán (Jaén).
Mientras el comandante de la Guardia Civil Rafael Jiménez Onetti explicaba a los medios de comunicación en el lugar del siniestro que se indagaría la posibilidad de «una somnolencia o una falta de atención» del camionero como posibles causas del siniestro, el subdelegado del Gobierno central reiteraba que se trata de un «siniestro vial por causas accidentales», aludiendo a «una distracción, un destello o un despiste» del conductor del camión, que antes de la colisión sólo dio «un frenazo o volantazo» dirigiendo el vehículo hacia el arcén, pero sin evitar que el mismo impactase contra tres coches patrulla del GAR y dos turismos particulares.
El camionero afronta de cualquier manera seis presuntos delitos de homicidio por imprudencia y tres supuestos delitos más de lesiones graves por imprudencia, siendo detenido y pasando tres días en prisión provisional, hasta ser finalmente puesto en libertad con cargos.
Como consecuencia del accidente, fallecieron en cualquier caso dos agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil y cuatro personas más que habrían estado en los vehículos particulares detenidos con motivo del control.
Entre estos cuatro fallecidos figuraban dos personas con antecedentes por delitos contra la salud pública, en concreto un vecino de Dos Hermanas (Sevilla) de 47 años de edad y un ciudadano de Ceuta de 53 años.
Los clanes de "los mellis" y del "tapi"
A tal efecto, fuentes del caso consultadas por Europa Press han precisado que el citado vecino de Dos Hermanas sería una de las personas detenidas en 2018 en las operaciones denominadas Minimus, Temple y Thuran, saldadas con el desmantelamiento de un entramado criminal especializado en el tráfico de heroína en las provincias de Málaga y Sevilla. Aquellas actuaciones policiales se centraron en un clan apodado «Los Mellis» y dedicado al tráfico de sustancias estupefacientes en la capital sevillana, mayormente heroína, de la que se abastecerían en la provincia de Málaga.
En el caso del vecino de Ceuta, se trataría de uno de los 46 detenidos de la operación Asgard en 2021, saldada con el desmantelamiento de una organización dedicada al tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales liderada por un individuo apodado «El Tapi». En aquella operación, desarrollada en las provincias de Cádiz, Málaga, Almería, Murcia, Barcelona y en la ciudad de Ceuta; fueron incautados 8.665 kilos de hachís, además de seis embarcaciones neumáticas semirrígidas.
Además de las seis víctimas mortales, el accidente arrojó un saldo de cinco heridos, todos ellos miembros de la Guardia Civil. Dos de ellos sufrieron sólo lesiones leves y se desplazaron a centros sanitarios por sus propios medios, mientras otros tres revestían más gravedad y fueron ingresados en centros hospitalarios, uno de los cuales ha recibido ya el alta hospitalaria.