El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha confiado en que la crecida del río Ebro no produzca afecciones personales en los municipios de la Comarca Ribera Alta, dónde se están incrementando las masas de agua. «Los datos son más tranquilizadores, lo cual no quiere decir que las precauciones no tengan que seguir manteniéndose al máximo», ha aseverado.
Así lo ha expresado Azcón este jueves, acompañado por el jefe de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Jorge Crespo, después de presidir la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), en el Puesto de Mando Avanzado, ubicado en el municipio de Luceni, en el que también se han activado los recursos necesarios para vigilar la punta de la avenida en la ribera baja, donde llegará a lo largo del sábado.
Azcón ha indicado que los datos de la crecida del río Ebro que ha recibido por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) reflejan que se trata de una crecida ordinaria.
«Cuando comparamos esta crecida que estamos sufriendo en el 2024 con las crecidas que sufrimos en el 2021, en el 2018, en el 2015 o en el 2003, nos llevan a decir que esta crecida no tiene por qué ser extraordinaria y quedarse, por suerte, solamente en una crecida ordinaria», ha aclarado.
En este sentido, ha informado de que está previsto que el pico del caudal del río Ebro llegue a los 1.600 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza, en la mañana de este viernes. «En la crecida del 2021 se hablaba de caudales cerca de los 3.000 metros cúbicos por segundo», ha apostillado.
Por ello, ha apuntado que «hay que estar más tranquilos de lo que estábamos con las previsiones iniciales», a pesar de las lluvias que podrían caer en el norte de Navarra en los próximos días. No obstante, se seguirán manteniendo «todas las precauciones y todos los servicios».
A pesar de eso, y como medida preventiva, se ha aconsejado desalojar algunas urbanizaciones próximas al río en Zaragoza (Doña Sancha), Pastriz (Torre Urzáiz), El Burgo de Ebro (Los Huertos) y Villafranca de Ebro (Los Toyos).
Servicios activos
Ha explicado que sobre el terreno se llevan a cabo labores de vigilancia y achique la Unidad Militar de Emergencias (UME), los bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y los servicios de Protección Civil del Gobierno de Aragón.
«Van a estar con todas las precauciones necesarias para que no se produzcan más daños de aquellos que, por desgracia, se han producido por la crecida del Ebro», ha asegurado el presidente autonómico lamentando las inundaciones que se han dado en tierras agrícolas de la zona.
Asimismo, ha confirmado que se mantendrá el nivel 2 de emergencia hasta que este viernes, 1 de marzo, se vuelva a reunir el CECOPI «para reevaluar» la situación de la crecida del Ebro. «Las decisiones cuando hay una crecida de estas características se toman reevaluando en cada minuto y en cada momento en función de las necesidades que hay», ha observado.
Por ello, ha insistido que «el mensaje fundamental» es que esta crecida «parece que no va a ser extraordinaria, como la que vivimos en el 2021».
Afecciones materiales
Por su parte, el jefe de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Jorge Crespo, ha detallado que las afecciones a infraestructuras se limitan a la carretera A-127 en su entrada a Gallur, «pero no se corta la carretera porque tiene un tramo alternativo que sigue abierto al tráfico».
Del mismo modo, ha concretado que se han registrado daños en infraestructuras rurales, con «campos anegados» por la crecida del río Ebro. «Trabajamos en la supervisión de las más críticas, también de las carreteras, y en las afecciones del ámbito más agrario, debido a que son las esperadas con los caudales que tenemos», ha precisado.
También se ha cortado la CP-3, que une Boquiñeni con Pradilla de Ebro. En este segundo municipio, ha señalado que el agua que estaba entrando en la zona del campo de fútbol se ha achicado y se ha sacado de puntos donde se empieza a acumularse.
Además, se han anegado algunas infraestructuras de recreo, parques, columpios y campos de fútbol situados junto al río por la filtración desde el freático.
Los daños en zonas de cultivo tendrán que evaluarse cuando baje el nivel de las aguas y en este momento no constan daños graves en explotaciones ganaderas, algunas de las cuales ya fueron desalojadas por consejo del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y otras han sido protegidas para evitar que el agua alcance a los animales.