Unos 5.000 agricultores, según las organizaciones convocantes, Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba, han iniciado a pie sobre las 11,30 horas, como estaba previsto y autorizado, un corte total en ambos sentidos de la autovía Córdoba-Málaga (A-45), a la altura de Lucena (Córdoba), con el apoyo en las carreteras de acceso de unos 2.000 tractores y otros vehículos, que mantienen cortada la A-318, y que han llegado al lugar en caravanas desde varios puntos de la provincia para protestar porque «no se están poniendo soluciones» al campo.
Así lo ha dicho, en declaraciones a los periodistas en el propio lugar, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, coincidiendo en los argumentos también expuestos por los responsables provinciales del resto de organizaciones agrarias y cooperativas convocantes, en cuanto a que «hay una realidad, y es que no se están poniendo soluciones, pues el ministro» de Agricultura, Luis Planas, dice «que escucha, comprende y dará soluciones», pero ello no es así, «porque nada más que hay que mirar a nuestro alrededor, lo que está formándose aquí, en las proximidades de Lucena».
Son, según ha subrayado Fernández de Mesa, «miles de agricultores, con unos pocos de cientos de tractores, que están absolutamente enfadados por la situación económica» que vive el campo, que es «muy difícil», como no se ha visto en «muchísimos años», a causa de «una deriva de la Unión Europea (UE) equivocada, que pretende imponer en el mundo sus reglas ambientales, pero que nadie cumple», pues, «no las cumplen esos países llamados terceros, ni Estados Unidos, ni China, ni India, ni África, nadie las cumple, y nadie las cumple porque es imposible cumplirlas».
Sin embargo, según ha lamentado, «aquí estamos sometidos unas reglas ambientales fortísimas», que les provocan a los agricultores y ganaderos «más gastos, tener menos ingresos y, en definitiva, que el campo sea una ruina», tanto en la ganadería como en la agricultura.
En cuanto a la necesidad de agua, Fernandez de Mesa ha dicho que es «algo imprescindible, porque sin agua no hay vida» y, por ello, «hay que hacer lo posible par que donde haya agua se puede extender al máximo posible, y se tomen las medidas para transformar los regadíos y que permitan vivir con menos agua», añadiendo, a este respecto, que «hay que empezar a considerar la verticalidad de los trasvases» y «hay que empezar a pensar en bajar los grandes ríos hacia Andalucía, que es donde está la agricultura verdaderamente productiva».
Por otro lado, el presidente de Asaja Córdoba ha afirmado que «el medio ambiente es algo totalmente lesivo» para los agricultores y ganaderos, pues para su salvaguarda se les «imponen reglas absurdas, que ya cumplimos», pero «parece ser que ahora hay que arreglar el campo», cuando «el medio ambiente» en la actualidad es «fantástico», y ello es «obra de los agricultores», que «lo conservan».
En cuanto a «la dignidad del agricultor», para Fernández de Mesa «es rechazable 100% que haya una vicepresidenta del Gobierno que diga que los agricultores trabajamos con nuestra gente en un régimen de esclavitud», siendo esa afirmación «totalmente lesiva e injuriosa», y por ese motivo reclaman «dignidad y que nos permitan vivir».