La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y la Fundación Gaspar Torrente lanzan el primer curso de historia, cultura e identidad de Aragón frente a quienes «se están empeñando en negar» y «poner en cuestión» algunas recursos físicos o patrimoniales como las lenguas propias --aragonés y catalán--, el agua del Ebro o la memoria democrática.
La iniciativa forma parte del programa de actividades que el servicio de Archivos y Bibliotecas de la DPZ tiene con la Fundación Gaspar Torrente, dedicada a difundir y promocionar Aragón desde el aragonesismo y que el año pasado cumplió 25 años.
El curso está compuesto por 20 sesiones, que tendrán lugar entre el viernes, 16 de febrero y el mes de octubre, entre las cuales hay seis sobre historia de Aragón,; tres sobre lenguas y literatura; dos sobre desarrollo del aragonesismo; y una de derecho foral; antropología e identidad; clubes de élite; arte, jota, música e indumentaria; cine; cultura; personajes aragoneses; y desarrollo económico actual.
La primera sesión, el 16 de febrero, a las 19.00 horas, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, la impartirá el escritor y catedrático de Historia Medieval José Luis Corral y tratará de los orígenes del Reino de Aragón. La segunda, el 23 de febrero, correrá a cargo del doctor en Historia Domingo Buesa y abordará la creación de la Corona de Aragón.
El diputado delegado de Archivos y Bibliotecas de la institución provincial, José Manuel Latorre, ha reiterado que uno de sus objetivos en esta corporación provincial es propiciar todas aquellas actividades que fortalecieran el conocimiento de la identidad aragonesa porque «se están empeñando en negar elementos de nuestra historia y de nuestra identidad» como la lengua o el territorio.
En este sentido, ha apuntado que le genera «bastante inquietud» que se pongan en cuestión aspectos como el reconocimiento al aragonés y al catalán. «Sería como cuestionar que el mudéjar o la jota aragonesa no tienen nada que ver con la identidad de Aragón», ha remarcado.
«No se puede defender y amar aquello que no se conoce», ha remarcado Latorre, quien ha lamentado que Aragón vive un momento «muy complejo» con una «crispación social creciente» por el «ninguneo» a cuestiones de identidad aragonesa.
Preservar los fundamentos del aragonesismo
Por su parte, el presidente de la Fundación Gaspar Torrente, Bizén Fuster, ha destacado que este curso se incardina en los objetivos de la Fundación, que son «estudiar y preservar los fundamentos del aragonesismo en todas sus vertientes».
Un curso, ha continuado, gratuito y que ya ha cubierto las 125 plazas presenciales disponibles, pero que todavía tiene abiertas las inscripciones para la modalidad online.
Asimismo, ha resaltado que los ponentes, como Corral o Buesa, no sólo son expertos en sus materias, sino que «saben difundir los conocimientos».
Con respecto al momento actual, ha añadido el creciente «negacionismo» de la Guerra Civil o del franquismo con la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Aragón.
Por ello, Fuster ha apostado por utilizar a especialistas relevantes para que «la gente vaya teniendo las cosas claras frente a estos tipos de manipulación» que tratan de «negar nuestra propia historia» o intentan «difuminarla». A ello ha sumado la «manipulación» que se hace a veces de la historia aragonesa por parte del «catalanismo más exacerbado».
Aragón y su "voluntad de querer ser"
Por último, el escritor y catedrático, José Luis Corral, ha señalado que intentará resumir en una hora el primer siglo de la historia del Reino de Aragón, a lo que habitualmente dedica 40 horas en sus clases, porque «conocer nuestra historia es fundamental».
Así, ha subrayado que la historia de Aragón se caracteriza por «la voluntad de querer ser», ya que sus límites no responden a lógicas geográficas, de raíces, de etnias o de lenguas. «Si Aragón es como es, lo es por nuestra historia», ha recalcado.
Del mismo modo, Corral ha destacado que «la historia es nuestra memoria colectiva», por lo que «borrar nuestra historia es borrar nuestra memoria».
En este sentido, se ha referido a las lenguas para afirmar que «en Teruel, en el siglo XIII, se hablaba, además de árabe, aragonés» y que la lengua castellana no se introduce hasta el siglo XV, con la llegada de la dinastía Trastámara. «Todo eso hay que conocerlo», ha reiterado.
«Que desde la política se intente alterar la historia en sentido del conocimiento del pasado me parece peligroso», ha considerado el escritor y catedrático.