El candidato de EH Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, ha defendido que «la fuerza más votada lidere» los gobiernos en Euskadi con una «agenda de país transformadora» y ha advertido que «no tiene ningún sentido excluir a la primera fuerza política», tal y como ha sucedido en Gipuzkoa, Vitoria y Durango.
Otxandiano ha participado este domingo en un encuentro con simpatizantes en Portugalete donde ha compartido análisis de la situación política y el reto que suponen las próximas elecciones autonómicas.
Tras considerar que se está viviendo «el agotamiento de un ciclo político y se está abriendo» un nuevo periodo, Otxandiano ha indicado que se está «en los primeros compases» de ese nuevo ciclo, lo que «exige pasar de una política de exclusión a una de cooperación o colaboración en torno a una agenda de país transformadora y progresista».
«Este país tiene grandes retos y hay que hacerles frente de forma colaborativa y cooperativa. Hay que hablar de cómo garantizar la calidad en los servicios públicos, de cómo hacer efectivo el derecho a la vivienda o de que la educación sea un pilar fundamental», ha descrito.
A su juicio, esos retos exigen establecer un espacio colaborativo y cooperativo «entre diversas fuerzas políticas y en torno a una agenda de país transformadora y progresista».
En este sentido, ha recordado que esta misma semana EH Bildu ha alcanzado un acuerdo presupuestario en el Ayuntamiento de Vitoria con PNV y PSE, así como acuerdos en torno a leyes «fundamentales» en el Parlamento vasco. «Esta es la nueva política que hace falta y estamos absolutamente comprometidos con el nuevo ciclo que se abre», ha enfatizado.
De este modo, ha incidido en que de los comicios vascos emanará un mandato democrático y los partidos políticos deberán aceptar el «rol» que les asigne la ciudadanía de tal modo que «vamos a tener que hacer política en base a ese rol».
En lo que afecta a posibles pactos, Otxandiano ha asegurado que «no se excluye a nadie que no sea la derecha reaccionaria». «Se le excluye porque tiene una agenda represiva en cuanto a derechos y libertades, negacionaista en torno a la emergencia climática y supremacista con respecto a los derechos de las comunidades nacionales», ha añadido.
A su juicio, la «derecha reaccionaria» sería así el agente a «excluir de la ecuación política» y después sería necesario «entablar un espacio de colaboración».
En este contexto, ha defendido que «no tiene ningún sentido excluir a la primera fuerza política, que es lo que ha pasado en Gipuzkoa, Vitoria y Durango». «Esa política de alianzas, que es reactiva, no responde a la pluralidad política de este país y no tiene ningún sentido», ha insistido.
De este modo, ha remarcado que «una vez excluida la derecha reaccionaria es normal que la fuerza más votada de ese bloque lidere los gobiernos que se pongan en marcha en ese espacio colaborativo pero siempre sobre una agenda de país transformadora y progresista».