El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha criticado este martes que el Ministerio de Cultura, que lidera Ernest Urtasun, quiera iniciar una «guerra política» con Madrid por las talas de árboles, después de que el ministro haya instado al alcalde y a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, a parar las tasas previstas por las obras de ampliación de la L11 de Metro por su posible impacto en la declaración de Patrimonio Mundial del Paisaje de la Luz.
Esto se produce el mismo día en el que la plataforma 'No a la Tala' se ha concentrado en las inmediaciones de la estación de Atocha, lugar donde se prevé una tala por las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro con la que, según los afectados, se pondrá en «peligro» esta declaración como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
«El Ministerio de Cultura lo que debería hacer es, antes de reclamar la reunión, es reclamar la documentación. Pero vamos, a mí me extraña mucho que el Ministerio de Cultura se dé ahora por enterado cuando la vicepresidenta, Teresa Rivera, de la que forma parte el mismo Gobierno, quiso hacer una visita, aunque finalmente la anuló», ha asegurado el alcalde ante los periodistas desde el pabellón de los jardines de Cecilio Rodríguez.
Así, considera que este tema ha tenido la «suficiente repercusión pública» como para que ahora el Ministerio de Cultura se haga el «sorprendido» y pretenda iniciar esta «guerra» con el Ayuntamiento con un «interés particular y partidista».
También, Almeida ha expresado que le gustaría que el Ministerio se interesara por todos los lugares que son Patrimonio de la Humanidad en España porque El Retiro «no es el único». «Hay numerosísimos lugares gracias a que tenemos un inmenso patrimonio cultural. Por tanto a mí me gustaría que el Ministerio de Cultura me dijera en cuántos lugares Patrimonio de la Humanidad en la que se han producido afecciones al arbolado se ha interesado o si solo se interesa por la ciudad de Madrid», ha trasladado.
Sobre estas talas que se van a iniciar en Atocha por la ampliación de Metro, el alcalde ha señalado que no tiene ningún noticia de que hayan comenzado ya, pero ha matizado es que la afección al arbolado por esas obras está «dentro de las autorizaciones que se han concedido y que son similares a las que se conceden en cualquier otra infraestructura que se ejecuta en la ciudad de Madrid».
La "hipocresía" de la izquierda
«En Atocha, el gobierno de España nos ha pedido la autorización para talar los 257 árboles, y por tanto parece que todos los gobiernos cuando ejecutan infraestructuras tienen la necesidad de que haya una afección al arbolado», ha afirmado el alcalde, quien ha cargado también contra la «hipocresía» que tiene la izquierda en el Ayuntamiento.
Así, ha aseverado que durante el mandato de Manuela Carmena se talaron «700 árboles en el Paseo de la Castellana», aunque no hicieron «ninguna infraestructura específica» para ello, además de asegurar que en la última legislatura el Gobierno de España pidió «la tala de 1.500 árboles» en la ciudad. «Yo creo que esto hay que abordarlo desde la objetividad, y no desde que hay árboles de izquierdas y árboles de derechas, árboles de obras del gobierno de España y árboles de obras del gobierno de la Comunidad de Madrid», ha insistido.
Desde el Ministerio de Cultura han trasladado que cuando tuvieron conocimiento de esta intervención, en octubre, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes se puso en contacto hasta en tres ocasiones con el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid para solicitar información sobre la misma.
Les recordaron que todas las obras o actuaciones que puedan tener un impacto potencial sobre el Valor Universal Excepcional de un bien declarado Patrimonio Mundial deben contar con una Evaluación de Impacto Patrimonial previa.
Ante la «falta de voluntad» tanto del Ayuntamiento de Madrid como de la Comunidad de Madrid de revisar el plan de actuación previsto y realizar el informe solicitado, Urtasun, ha remitido sendas cartas al alcalde y a la presidenta de la Comunidad de Madrid para que «paralicen de inmediato la tala», además de pedirles «una reunión urgente para consensuar las medidas a tomar».