La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha avanzado este martes que el Gobierno regional cumplirá con las directrices que marque el Ministerio sobre el uso de la mascarilla en centros sanitarios, residencias y farmacias ante el repunte de infecciones por virus respiratorios.
«Nosotros no estamos en contra del uso de las mascarillas, estamos poniendo en duda cómo se ha gestionado todo esto por parte de la ministra de Sanidad», ha indicado en declaraciones a 'Antena 3' recogidas por Europa Press.
El Ministerio de Sanidad ha adelantado que este miércoles implantará el próximo miércoles el uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros sanitarios, después de que la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) finalizara sin acuerdo.
En esta línea, ha subrayado que el Gobierno madrileño no se opone al uso de la mascarilla en los centros sanitarios pero, en este sentido, ha apelado a la responsabilidad ciudadana y la necesidad de educar en ello como se hace desde la Comunidad, ya que, ha recordado, «la transmisión es comunitaria».
«Tú puedes obligar a la gente a que se ponga la mascarilla en los centros sanitarios, pero cuando está en el Metro, cuando está en un centro comercial, cuando está en un restaurante, con aglomeraciones ahí también se produce la transmisión. Con lo cual lo importante es concienciar a la sociedad de las medidas que tiene que tomar para protegerse y proteger a la población como estamos viendo en centros de salud. No hace falta obligar y usan las mascarillas», ha argumentado.
En cuanto a la situación concreta en la Comunidad de Madrid, la consejera ha reiterado que la situación está en descenso. Así, ha indicado que la incidencia de la gripe es de 177 casos por cada 100.000 habitantes en la semana uno del año y la vacunación está por encima del 65%, mientras que supera el 80% en Virus Respiratorio Sincial (VRS) y, respecto a Covid-19, se alcanzan cifras cercanas al 85% en cuanto a los mayores.
«Nosotros hemos hecho los deberes y esto hace que protejamos a nuestra población. Esta es una de las medidas que ha tomado Madrid, concienciar en la importancia de la vacunación», ha incicido la consejera, que ha insistido en el objetivo «de informar, de cuidar» y «no alarmar a la población» porque «la sanidad no entiende de política».
Críticas al ministerio
Al margen de ello, la consejera madrileña ha insistido en sus críticas al Ministerio por la forma de proceder a la hora de convocar el Consejeto Interterritorial extraordinaria de este lunes y ha reiterado que las propuestas de Sanidad fueron entregadas 15 minutos después de comenzar el cónclave. «Obviamente ninguno de nosotros, que estábamos en la reunión, podíamos valorar ese documento», ha afeado Matute, que ha censurado que las propuestas se anuncien por redes sociales o medios de comunicación.
Además, ha recalcado que no se convocó de manera previa la Comisión de Salud Pública. «No nos oponemos al uso de mascarillas ni mucho menos; lo que pedíamos precisamente es que con rigor científico con los datos que hay en cada comunidad autónoma hicieran un procedimiento que podía permanecer para otro tipo de transmisión vírica y que en función de incidencia nos dieran unas series de pautas escaladas que pudiésemos aplicar las comunidades autónomas», ha explicado.
Ante la falta de consenso, Sanidad abrió un plazo de alegaciones por el que, en las próximas 48 horas, las CCAA podrán hacer llegar sus propuestas al documento presentado por el Ministerio, como puede ser ampliar esta medida a las farmacias. A última hora del lunes, fuentes del Ministerio confirmaron que acabado ese plazo se implantará el uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros sanitarios.
Esta medida se toma en cumplimiento del artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que permite la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública, han indicado desde el departamento que dirige Mónica García. «No entendemos nada», ha zanjado.
Soporte jurídico
La ministra, por su lado, ha defendido que es una norma «efectiva, de sentido común, avalada por la evidencia científica y que es bien recibida por la población». «Después de la pandemia sufrida, hemos aprendido y no nos resignamos a las cifras pre-pandemia. Desde este Ministerio, vamos a seguir trabajando para minimizar los riesgos y homogenizar la protección de la salud», insistió García en declaraciones a los medios, una vez acabada la reunión.
Si bien el pasado viernes Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia anunciaron la implantación del uso obligatorio de las mascarillas en estos centros, otras CCAA han mostrado su oposición a esta medida, ya que prefieren no pasar de la recomendación. Por otro lado, Aragón, que anunció la obligatoriedad solo para el personal sanitario, ha ampliado su uso también a los pacientes en salas de espera.
En este sentido, Sanidad también planteó durante el encuentro de esta mañana la necesidad de dar «un soporte jurídico», a través de una declaración de actuación coordinada, a todas aquellas comunidades «de diferentes colores políticos» que ya han introducido la mascarilla en sus sistemas sanitarios.