Cientos de personas han marchado este domingo por las calles de València para reivindicar los derechos de las personas migrantes porque son «igual de ciudadanas que las personas que nacen en esta tierra», al tiempo que han exigido el cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) y «políticas dignas» que «no criminalicen la migración».
La protesta, bajo el lema 'Somos vidas que cruzan fronteras ' y coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Migrantes, ha arrancado desde la avenida Gran Vía Germanías junto al cruce con la calle Cádiz y ha avanzado por las calles Castellón, Cádiz y Fuente de San Luis, hasta finalizar en la puerta del CIE de Zapadores donde se ha realizado la obra de teatro 'Los Tambores' y se ha leído un manifiesto.
La marcha --en la que han participado cerca de 50 asociaciones-- se ha detenido en la esquina de la calle Cádiz, donde los portavoces de distintas organizaciones han leído cuatro parlamentos para denunciar que «las políticas antimigratorias deterioran la vida de los migrantes e, indirectamente, la vida de los lugareños».
En este contexto, han criticado el Pacto Migratorio Europeo porque es "un instrumento para perpetuar la tercerización de fronteras, reducir los estándares de protección para los solicitantes de asilo internacional y legitimar las devoluciones 'express', incluso
de menores de edad, una práctica totalmente ilegal".
Así pues, se ha realizado otro parón en la misma calle, en el cruce con la avenida Peris y Valero, para llevar a cabo un baile al ritmo de la cumbia 'Colombia Tierra Querida'.
Por otra lado, los manifestantes han portado carteles con mensajes como 'No al Pacto Europeo de Migración y Asilo'; 'Nadie es ilegal en tierra de colonos' o 'Per dignitat i memòria, no a la Llei d'Estrangeria'. Y han coreado consignas como «Ningún ser humano es ilegal», «Los derechos humanos no se negocian», «Palestina Libre» o «Migrar es un derecho».
"no tienen derechos básicos"
La portavoz de la asociación Movimiento Regularización Ya, Silvana Cabrera, ha resaltado, en declaraciones a los medios de comunicación, que el objetivo de la manifestación es exigir «la regularización de las 500.000 personas que viven en situación administrativa irregular en España»
«No tienen acceso a derechos básicos como son la salud, la vivienda, el trabajo o abrir una cuenta bancaria y, no solamente eso, sino que pueden ser parados por la policía y terminar en un Centro de Internamiento de Extranjeros y, posteriormente, deportados», ha reivindicado Cabrera.
Por otra lado, ha indicado que la protesta se declarara «en solidariad total con la comunidad de Palestina» y ha exigido «un alto al fuego, que se pare el genocidio y se deje de vender armas».
"obligados a migrar"
El portavoz de la Comunidad Palestina en València, Adel Yousef, ha señalado que los palestinos «se han visto obligados a migrar» y que «hay casi dos millones de personas en la frontera de Egipto que viven en tiendas de campaña con frío, sin comida y sin agua». «Un desastre al que se suman los misiles que les caen encima», ha añadido.
«Hace dos días, hablé por teléfono con un familiar y me contó que los niños llevan dos días comiendo pimentón en polvo porque no nada más que comer, una miseria que no tiene nombre», ha denunciado, a la vez que ha pedido, que se «ayude a la gente porque a cinco kilómetros de su casa, no pueden comer, beber ni tienen medicina ni hospitales».
En este sentido, Yousef ha reivindicado que «todo el mundo puede vivir junto», sin importar que «sean musulmanes o cristianos» porque «venimos del mundo». «Soy hijo de inmigrante, ahora soy inmigrante en España y mis hijos han nacido aquí y, cuando le preguntas a mi hija, te dirá que es valenciana», ha concluido.