Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal especializado en perpetrar atracos en hoteles y establecimientos comerciales distribuidos por distintas localidades de la Comunidad de Madrid y el distrito de Carabanchel de la capital, ha informado hoy una de las investigadoras del Grupo XIII de la Brigada Judicial de la Policía de Madrid.
Cinco varones --entre ellos tres menores de edad-- han sido detenidos como presuntos autores de 12 robos, nueve de los cuales con intimidación, exhibiendo cuchillos de grandes dimensiones.
El cabecilla del grupo reclutaba a los menores para que fueran ellos quienes ejecutaran los atracos, mientras él ejercía de conductor para evitar ser detectado por los agentes.
Actuaron en Leganés, Getafe, Parla, Fuenlabrada y Carabanchel de noche o a primera hora del día, encapuchados, y sustraían previamente vehículos para aproximarse y huir de los establecimientos asaltados.
La investigación
La investigación se inició tras el robo de un Seat Ibiza en Fuenlabrada a finales de octubre, turismo que fue utilizado en dos robos con fuerza en bares de esta misma localidad por el método del 'alcantarillazo'. En ambos casos lograron sustraer las cajas de caudales y la recaudación de las máquinas recreativas.
Tras estos hechos, a principios de noviembre, escalaron en violencia y comenzaron a sucederse los atracos con intimidación usando armas blancas.
El primero de ellos tuvo lugar en el hotel Ciudad de Fuenlabrada, al que accedieron tres varones armados con un machete y un cuchillo de grandes dimensiones intimidando a la recepcionista para que les entregara el dinero de la caja registradora, en torno a 450 euros. Un cuarto integrante del grupo les aguardó en el exterior para agilizar la huida a bordo del Seat.
Cuatro atracos en apenas tres horas
Al día siguiente, los mismos varones asaltaron cuatro establecimientos próximos: una farmacia y un supermercado en Carabanchel, un hotel en Getafe y otra farmacia en Leganés. No obstante, solo lograron su objetivo en estos dos últimos casos, sustrayendo la caja de caudales tras amenazar a sus responsables con armas blancas, haciéndose con un botín de unos 520 euros. En los comercios los empleados les lanzan cestas y objetos y así impiden el robo.
En los tres días posteriores volvieron a actuar, de madrugada, atracando tres hoteles en Getafe, Alcorcón y Coslada. Esta acumulación de hechos, unida a la proximidad geográfica de los locales y la utilización continuada del mismo vehículo condujo a la Policía a identificación de los cinco miembros del grupo criminal que, en total, se apoderaron de más de 3.000 euros en efectivo.
Las detenciones
La Policía determina que todo tienen una similitud, que es el vehículo que utilizan tanto de llegada como de huida los ladrones, así como las prendas que usan. «Esto nos lleva al grupo investigador a darnos cuenta de que existe una relación lógica entre todos ellos. Además, en el 'modus operandi' nosotros ya teníamos un previo conocimiento de una persona responsable de algún hecho que ha sucedido este mismo año también en hoteles. Y teníamos pleno conocimiento de cómo actuaba y de cómo solía realizar estos robos, la contundencia sobre todo con la que entraba», ha explicado la investigadora.
Los agentes se centran en esa persona y averiguan su domicilio actual, porque tiene otros itinerantes. En ese momento, paralelamente, la comisaría de Leganés realiza un control rutinario en la vía pública a esta persona en concreto, acompañado de un mayor de edad y dos menores de edad.
En este control rutinario el cabecilla y tres de sus compinches menores iban montados en un vehículo que no era el Seat Ibiza, que llevaba en su interior un bidón de gasolina. Así, corroboraron que se trataba de un vehículo robado.
El cabecilla se apeó del coche y huyó a la carrera hasta su piso, que estaba en un primero. Gracias a su gran agilidad, escaló hasta llegar a su vivienda, pero estuvo cerca de ser atrapado por los policías, que llegaron a robarle una zapatilla, que luego fue una prueba importante para la operación.
Operación ibiza
Todo ocurría el 4 de noviembre en la llamada 'Operación Ibiza'. Los agentes le pidieron que saliera de la casa, pero este hizo caso omiso, por lo que esperaban hasta 33 horas hasta la llegada de la orden de un magistrado de Fuenlabrada. Apenas la tenían en el poder de los agentes, el delincuente salió por su propio pie presionado por sus compañeros de piso.
Durante la entrada y registro del piso, los policías encontraron las bolsas típicas de los supermercados donde estos ladrones metían toda la recaudación o el botín que han conseguido en cada momento.
En los días posteriores, los cuatro varones restantes --entre ellos los tres menores-- pactan su entrega a la Policía. «Al final eran personas muy jóvenes que estaban asustadas por la situación y completamente principiantes en este mundillo delincuencial. Así pues, los agentes que conformamos el Grupo decidimos quedar con ellos en vía pública para hacer la detención de la manera menos lesiva puesto que se trata de menores de edad muy jóvenes», ha relatado la investigadoras.
Una vez detenidas estas personas, la Policía también tiene conocimiento un quinto integrante que hacía las labores de logística y transporte. Era quién conducía el vehículo cuando se dio a la fuga el cabecilla de la banda. Esta última persona decidió entregarse.
Pagaba a los menores 15? porque eran adictos a sustancias
Los agentes han determinado que 'Cristofer' instruía a los menores para dificultar su identificación policial. «Él accedía con los menores y les enseñaba cómo tenían que hacerlo, cómo tenían que entrar con tal contundencia para que no diese lugar a que los trabajadores estuviesen dubitativos o no quisieran darles la recaudación. Entonces, en el momento en el que él deja de entrar con ellos, estos atracos pasan a ser frustrados. Por eso se puede decir que es un gran profesor en la actividad delictiva», ha indicado la investigadora.
Los menores declararon en comisaría que robaban para este hombre porque eran adictos a drogas y les proporcionaba pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes o un cantidad de entre 15 y 20 euros por atraco. «Al final, eran niños de corta edad que al final no tienen la misma percepción del dinero», apunta la investigadora.
En suma, a los cinco varones se les considera presuntos autores de nueve delitos de robo con violencia e intimidación, dos robos con fuerza y un robo de vehículo, ilícitos por los que los dos varones fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, quien decretó el ingreso en prisión de uno de ellos, líder del grupo.
El cabecilla es un angoleño de 25 años conocido como 'Cristofer'. Es un viejo conocido por la Policía, pues ya acumula 47 arrestos por delitos contra la propiedad, principalmente. El otro mayor de edad apresado es un español de 24 años, también con antecedentes.
Por su parte, los tres menores, uno español de 15 años y dos colombianos de 14 y 15 años, pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores.