Javier González, la persona que en la tarde de este miércoles rescató con una pequeña embarcación a los ocho inmigrantes que fueron arrojados desde una narcolancha a la playa de Sancti Petri, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), ha afirmado que «estaban abocados al fracaso», ya que los tiraron en una zona donde «puede haber cuatro nudos de corriente y eso es brutal, hay que ser muy especialista para saber salir de la corriente».
En una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, Javier ha contado que estaba allí trabajando, «con la suerte de que tenía una pequeña embarcación a pie de playa», cuando vieron que «entró una narcolancha y la sorpresa fue que empieza a tirar inmigrantes en las zonas donde hay más corriente, a lo que hay que sumar que iban con muchas prendas de abrigo y no sabían nadar».
Según ha relatado, no dudó en llamar a su hijo y coger una embarcación pequeña tipo Zodiac que tenía en la orilla y se fueron a por ellos, porque «no sabían nadar y se hundían». Así, ha indicado que comenzaron rescatando «a los que ya estaban boca abajo, que ya había tres se puede decir que ahogados». Finalmente, los llevaron a todos a la orilla y allí el equipo de compañeros del Club de Windsurf de Sancti Petri empezaron a hacerles tareas de reanimación. Posteriormente, se fue a por el resto «que estaban ya con hipotermia».
Javier González ha manifestado estar «indignado por ver la aberración que cometen estas mafias, porque vi cómo los tiraban y sabía que se iban a ahogar». En este sentido, ha afirmado que «esto venía de lejos, porque esta embarcación venía de soltar en Camposoto al resto, donde fallecieron cuatro, y la corriente los metió aquí en la Punta del Boquerón, porque estos no querían saltar». «Según transmitieron ellos, les dijo que aquí hacían pie y aquí lo que era un boquete, donde los tiró era a un pozo».
No obstante, se ha mostrado «fuerte porque se han salvado ocho vidas». «Si se hubiera ahogado alguno estaría hundido. Es terrible», ha concluido Javier González.
Cabe recordar que en la tarde de este martes un total de 35 inmigrantes, seis de ellos menores, fueron arrojados desde una embarcación al mar para que alcanzaran la orilla. De ellos, 27 fueron arrojados en la playa de Camposoto, en San Fernando, siendo auxiliados 23, mientras que cuatro perdieron la vida. Por su parte, de los ocho arrojados en Sancti Petri, tres necesitaron ingresar en el Hospital Puerto Real.