El nuevo cómic de Astérix 'El lirio blanco', el 40 de la colección, ahonda en el poblado y los habitantes, que se enfrentan a un personaje externo que perturba su equilibrio y «trastoca la armonía» gala con sus ideas, que ponen en peligro su forma de vivir y de entender las cosas, han explicado este lunes en rueda de prensa el guionista Fabcaro --Fabrice Caro-- y el ilustrador Didier Conrad.
Fabcaro debuta como guionista de la colección de la mano del ya consolidado Conrad con un personaje nuevo, Tulio Viciovirtus, el médico en jefe de los ejércitos del César, al que destinan cerca del poblado galo para elevar la moral de las tropas, pero sus ideas y aforismos también se difunde entre los protagonistas de la colección.
El nuevo enemigo de Astérix es un personaje que se comunica con aforismos, un gurú del pensamiento positivo que aporta serenidad en una aldea vertebrada por «el conflicto, el caos y la confrontación», ha explicado Fabcaro, que lo ha vinculado con el auge de los libros de autoayuda para proponer ideas alejadas de la filosofía de la aldea gala.
Viciovirtus utiliza cita inventadas por el propio Fabcaro con elementos de la cultura popular y el lector encontrará referencias a Star Wars, Rocky y la película francesa 'La Haine' ('El Odio'), entre otras: «Hay diversos guiños a la cultura popular», ha explicado el guionista.
Además, en 'El lirio blanco' también profundizan en otros personajes de la colección que no han tenido tanto protagonismo en cómics anteriores, como el jefe Abraracúrcix y su mujer Karabella, y también tratan temas como las crisis de pareja, que no se habían abordado en otras aventuras de Astérix.
"patrimonio nacional"
Preguntado por la acogida de los nuevos tomos de Astérix en Francia, Conrad ha explicado que prácticamente son «patrimonio nacional» y es un fenómeno que va más allá de lo popular porque impacta en mucha gente.
Además, ha asegurado que Astérix es un cómic «intergeneracional» que gusta por igual a los más pequeños, a jóvenes y a mayores, las familias incluso los comparten e incluso los compran personas que normalmente no leen cómics.
Ee.uu. y japón
Sin embargo, el ilustrador ha reconocido que hay países en los que la colección «no cuaja del todo» como Estados Unidos y Japón, donde tienen una tradición y una trayectoria sobre novela gráfica radicalmente distinta a la francesa, ha dicho.
«Tiene un impacto marginal», ha asegurado, porque en Estados Unidos se identifican más con los romanos que con una aldea asediada por un imperio y en Japón no interesan los cómics que llegan de otros países porque tienen una tradición propia muy potente.