Un equipo de investigadores del Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial (GTIIA) del Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial (VRAIN) de la Universitat Politècnica de València está desarrollando la modelización de un gemelo digital y un simulador para incorporar la Inteligencia Artificial (IA) a zonas rurales de la España vaciada.
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto COSASS (COordinated Intelligent Services for Adaptative Smart areaS), una iniciativa que tiene como objetivo «aplicar técnicas de IA en estas zonas del país en las que, aunque existe una gran digitalización en las grandes áreas de cultivo, hay una carencia de mano de obra que no puede controlar problemas como la falta de conectividad o el ahorro de baterías», según ha informado la institución académica en un comunicado.
«Por ello, son necesarias áreas inteligentes adaptativas», ha señalado el investigador principal de este proyecto en el instituto VRAIN de la UPV, Carlos Carrascosa.
Desde el equipo de investigadores del GTIIA ya cuentan con resultados para la comprobación de enfermedades de plantas detectándolas a partir de las hojas de las mismas.
«Además, somos especialistas en sistemas de Inteligencia Artificial distribuida, un desarrollo que es especialmente idóneo para los dispositivos repartidos alrededor de los campos de cultivo», ha añadido Carrascosa, que ha apuntado que «estos pueden ir compartiendo información y, conforme uno de ellos aprende, aprender todos».
«Para ello, planteamos usar técnicas como las de aprendizaje federado, el formado por un conjunto de dispositivos IoT que estén distribuidos y que comparten el aprendizaje de un dispositivo por todos sin necesidad de compartir los propios datos, lo que hace que el aprendizaje vaya evolucionando más rápido que de manera aislada, pero manteniendo la privacidad de los datos que se están usando para aprender », ha explicado el experto.
Junto al equipo del GTIIA-VRAIN de la Universitat Politècnica de València, en el proyecto participan dos grupos de investigación de la Universidad de Salamanca y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Dos niveles
El proyecto, que se encuentra en su primer año de un total de tres, plantea actuaciones en dos niveles. Así, se cuenta con un nivel más bajo que es el Internet of Things (IoT) para que los dispositivos de los campos sean capaces de adaptarse y tomar decisiones de forma autónoma cuando ocurran adversidades y problemas que no son los habituales del sistema.
A este se suma un nivel en la nube o Cloud que permite, a través de esos gemelos digitales de los sistemas y sus entornos, reflejar qué es lo que está sucediendo --incluso con predicciones de qué puede realizar cuando el sistema esté desconectado de su gemelo digital-- y probar modificaciones, cambios y extensiones al sistema sin necesidad de hacer el despliegue de esos cambios en el sistema real.
El Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial-Valencian Research Institute for Artificial Intelligence (VRAIN) de la UPV está integrado por ocho grupos de investigación que cuentan con más de treinta años de experiencia en diferentes líneas de investigación en IA.
El proceso de creación de VRAIN comenzó en 2019, fruto de la unión de seis grupos investigadores. En 2020, se fusionó con el Centro de Investigación en Métodos de Producción de Software PROS y en 2021 se constituyó finalmente como Instituto Universitario de Investigación con la aprobación de la Generalitat valenciana.
Nueve áreas de investigación
En la actualidad, cuenta con 160 investigadores divididos en nueve áreas de investigación. Estas nueve áreas sobre las que gira su actividad investigadora hacen que sus desarrollos se apliquen a un gran número de sectores estratégicos como salud, movilidad, ciencias de la tierra, ciudades inteligentes, educación, redes sociales, agricultura, industria, privacidad/seguridad, robots autónomos, servicios y energía, y sostenibilidad ambiental entre otros.
Estas actividades han sido financiadas por más de 128 proyectos obtenidos mediante financiación competitiva, principalmente de la Unión Europea, pero también del Plan Nacional de Investigación, el Plan Valenciano de Investigación y Proyectos de Transferencia de Tecnología.