El Consejo Comarcal del Maestrazgo (Teruel), junto con los Ayuntamientos de Mirambel y Villarluego, la entidad local de Las Cuevas y las asociaciones El Morrón y La Cuquillada, ha decidido impulsar un proyecto de divulgación del patrimonio cultural de los conventos.
Fruto de esta colaboración es la elaboración de un audiovisual que reúne los testimonios de los vecinos que tuvieron relación con los conventos, prestando servicios y atenciones, o como receptores de su actividad educativa o social.
La presentación del vídeo acompañará el programa de unas jornadas que reúnen a investigadores y vecinos que aportarán información sobre historia, antropología, historia del arte, historia local y memoria oral.
Las jornadas irán dirigidas a las personas vinculadas a la comarca del Maestrazgo, principalmente, aunque también facilitarán valiosos datos para aquellos expertos interesados en la vida y organización de los conventos o en las expresiones artísticas.
«Este proyecto de investigación y divulgación a través de los medios digitales y audiovisuales de la vida conventual y de la arquitectura de los conventos de la comarca se viene fraguando desde hace tiempo y su coste es asumido por la Comarca», ha explicado el consejero comarcal de Patrimonio Cultural, Roberto Rabaza.
Los conventos poblaron la geografía del Maestrazgo estableciendo una red espiritual y protectora que fue sostenida intensamente por vecinos y concejos.
La importancia económica, social y cultural de estas instituciones religiosas se fue diluyendo a partir de la desamortización y la primera guerra carlista, aunque algunos de ellos menos afectados consiguieron sobrevivir incluso a la destrucción de los primeros momentos de movilización de las milicias anarquistas en la Guerra Civil que supusieron la destrucción de su patrimonio y la ocupación de sus inmuebles.
Hasta los años ochenta del siglo XX continuaron su actividad dos de los conventos más antiguos de la comarca, el de agustinas en Mirambel y el de concepcionistas franciscanas de Las Cuevas de Cañart, trasladándose el primero a Benicàssim (Castellón), mientras que las monjas de Las Cuevas se integraron en el convento de Concepcionistas de Borja.