El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha afirmado que «para defender el valenciano, lo mejor es hablarlo» y ha lamentado el «retroceso extraordinario» en materia de lengua que considera que se está produciendo bajo el Consell de PP y Vox, cuyos miembros «hablan mínimamente en valenciano»: «De lo que se trata es de hablarlo, no de discutir permanentemente sobre él».
Así se ha manifestado el expresident de la Generalitat en una entrevista con Europa Press, en la que ha criticado que el actual jefe del ejecutivo, Carlos Mazón, quiere «reabrir aquello que ya está funcionando adecuadamente».
Por ello, y aunque el «valenciano de la calle es absolutamente aceptado en todos los ámbitos», el expresident ha destacado que «todas las lenguas tienen una normativización». «Imaginen por un momento determinado que el presidente del gobierno de España fuera a la Real Academia Española de la Lengua y les dijera cómo tenían que normativizar el castellano. Sería ridículo. Pues exactamente igual de ridículo es que lo haga el presidente de la Generalitat aquí», ha agregado.
«La Acadèmia Valenciana de la Llengua está formada por personas solventes del mundo académico, del mundo filológico, que saben cómo tratar un bien querido por todos que es la lengua. A nadie se le va a cuestionar que hable con un dialectalismo u otro, si es que esta es la propia realidad de nuestra lengua. Nuestra lengua tiene muchos acentos diferentes», ha señalado Puig.
De hecho, ha insistido: «Tenemos una gran riqueza que es el castellano y el valenciano. Son nuestras dos lenguas oficiales y las lenguas que tenemos que proteger y apoyar fundamentalmente. El valenciano es el que está más minimizado y ese es el camino. El camino no es volver a generar polémicas estériles que lo único que hacen es dividir».
Rovira, "como un hooligan" contra el valenciano
Frente a esto, ha criticado que «la línea divisoria entre el PP y Vox en esta cuestión es muy delgada» y de hecho, cree que el conseller de Educación, José Antonio Rovira, «actúa como un 'hooligan' contra el valenciano».
«Al propio presidente no se le conoce prácticamente ninguna intervención mínimamente en valenciano. Yo creo que dignificar el valenciano es hablarlo, Dignificar el valenciano y defender el valenciano es hacer de la lengua un uso normalizado», ha manifestado.
De hecho, preguntado por el futuro del Consell de PP y Vox, Puig ha manifestado: «Hace unos años se hablaba de aquello que une más el cemento que el acento, yo creo que en este caso une el cemento y el acento, no veo que haya ninguna posibilidad de ruptura a medio plazo», ha agregado.
En concreto, se ha referido a los «seis hombres sin piedad» que firmaron el pacto entre PP y Vox --tres negociadores por cada partido-- y ha indicado que «todos han estado en el PP». Por ello, no augura «ninguna crisis» y cree que los 'populares' se sienten «bastante agusto».
«El presidente se siente muy cómodo con un vicepresidente que, por cierto, defendió la dictadura sin complejos», ha manifestado y ha aseverado que «cada vez es más difícil distinguir al PP de Vox».
Cultura machista
Por otra parte, Puig ha asegurado que «los representantes institucionales, muy especialmente, deben ser especialmente rigurosos y cuidadosos con la peor de las desigualdades que existe, que es aquella que castiga a las mujeres y es cierto que la cultura machista es predominante en esta sociedad aún y por lo menos hay que ser consciente de ello».
Esta semana, la síndica del PSPV-PSOE en Les Corts, Rebeca Torró, advirtió a Mazón que no iba a tolerar «ninguna falta de respeto ni ninguna actitud machista», y denunció que en la pasada sesión de control él le «guiñó un ojo» al terminar su intervención; «un gesto indigno de un 'president' de la Generalitat». «¿Le guiñaría el ojo a Joan Baldoví?», le dijo.
Para Puig, «debemos ser conscientes de ello, muy especialmente, todos los hombres». «Además hay una parte del gobierno valenciano esa cultura machista que niega muy claramente, otra no lo sé tanto, pero una parte muy importante del actual gobierno, niega incluso esa situación».
En este sentido, ha asegurado que «la cultura machista es la que produce desigualdad y la que en el peor de los extremos produce terrorismo machista». «Esta es la realidad, y el principal problema de desigualdad que tenemos, sin duda, es aquel que discrimina a las mujeres por el hecho de ser mujeres», ha agregado.
"oposición al gobierno anterior"
Por otro lado, Puig ha acusado al ejecutivo de Mazón de vivir de «hacerle oposición al pregobierno de España y al gobierno anterior». «esa es la definición del actual gobierno. Oposición al gobierno anterior, nada más. No hay alternativa de gobierno en la Comunitat Valenciana. La alternativa que se planteaba era una alternativa destructiva, y es lo que están continuando haciendo ahora», ha agregado.
También ha criticado la insistencia del Consell en hablar de la «herencia recibida»: «Para herencia, la que recibió el gobierno del primer Botànic. Eso sí que fue una herencia, con más de 150 condenados, con una reputación por los suelos, con situaciones en el ámbito europeo de denuncias y de sentencias contrarias a la gestión de la Generalitat», ha agregado.
Por ello, ha insistido en que «el presupuesto es responsabilidad únicamente suya». «Si la primera acción de este Gobierno ha sido disminuir los impuestos a aquellas personas que tienen más recursos, pues es evidente que esos recursos ya no contarán con ellos», ha apuntado y ha añadido que «no sabe qué haran» con el Impuesto de Patrimonio.
«A medida que vayan reduciendo los impuestos a las personas que más tienen, es evidente que tendrán menos recursos. Y este año van a tener suerte, porque va a haber más fondos del Gobierno de España, porque el sistema autonómico de financiación, incluso el actual, va a dotar de más fondos, por razones de recaudación fiscal en España», ha agregado.
Un partido "habitable"
En clave orgánica, Puig ha rechazado pronunciarse sobre si volverá a presentarse a la secretaría general del PSPV-PSOE en el próximo congreso (previsto para otoño de 2024): «En estos momentos, la política hay que vivirla como es la sociedad, esta sociedad líquida en la que estamos viviendo con tantos vaivenes». «La decisión sobre esta cuestión y otras será cuando corresponda, y desde luego, no corresponde ahora», ha zanjado.
Así, ha señalado que está en «plena legitimidad» y trabajando en un proyecto para «reconstruir la alternativa». «Hay que tener en cuenta que cuando inicié mi recorrido como secretario general, estábamos en las encuestas alrededor del 15-16% y en estos momentos estamos más del 30% en hecho electoral. Yo creo que se ha hecho un gran trabajo por parte de toda la militancia del Partido Socialista, de todas las distintas direcciones y esa es una parte fundamental del activo actual del PSPV», ha añadido.
En este sentido, ha subrayado que su objetivo es haber creado un «partido habitable, confortable, en el que no hubiera nadie que quisiera aportar que no lo hiciera». «Creo que en el transcurso de los años se ha demostrado perfectamente esa capacidad de integración y de participación común en un proyecto que es de todos, y esa va a ser hasta que yo sea responsable de mi actuación, y espero que a partir de ese momento también».
«Los partidos no pueden estar en el ombliguismo, deben estar pensando permanentemente en la sociedad y cómo mejorar la sociedad, y estar en estas miradas que tanto gustan a muchos de la introspección, y esas miradas tan endogámicas, son una anomalía en el funcionamiento de lo que deberían ser las organizaciones políticas», «proyectos para la sociedad y con la sociedad». «Los partidos del siglo XXI deben abrirse mucho más», ha añadido.