La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha negado que exista un «conflicto» entre dar beneficios empresariales, que es «sano», y ser «socialmente responsables». «Si no hay empresas, no hay impuestos, no hay educación pública, no hay sanidad pública y esto es algo que los ciudadanos tienen que entender», ha remarcado.
Botín ha realizado estas manifestaciones en Bilbao en el XXVI Congreso Nacional de la Empresa familiar, donde ha participado en un diálogo con la vicepresidenta y CEO del Grupo Iberostar, Sabina Fluxá, quien ha destacado, por su parte, que la empresa familiar lleva muchos años «hablando de valores, de compromiso por el futuro y de la preservación del entorno» en el que desarrollan su actividad.
La presidenta del Banco Santander ha asegurado que los valores de las empresas familiares «se extienden al resto». «Esos valores donde tú sabes que tienes una responsabilidad de generar beneficios, pero también de invertir, es súper importante y creo que la empresa familiar lo tenéis», ha indicado Botín, que ha asegurado que el banco «tiene los valores de una empresa familiar, aunque ya no lo sea, en el sentido estricto».
Tras recordar que lleva nueve años al frente de la entidad, ha subrayado que han aumentado a 40 millones de clientes, casi han triplicado el dividendo en términos absolutos por acción e invierten para el futuro «en cambiar el banco».
En su intervención, ha destacado la labor que está desarrollando el Instituto de la Empresa Familiar porque se conozca la labor que hacen las empresas y ha asegurado que, «si no hay empresas, no hay impuestos, no hay educación pública, no hay sanidad pública». «Y esto es algo que los ciudadanos tienen que entender y que hoy, lamentablemente, creo que a veces no se entiende que dependemos de las empresas y la creación de puestos de trabajo para que la sociedad funcione», ha insistido.
Rol de la empresas
Ana Botín ha manifestado que el «mejor servicio» que pueden hacer las empresas a la sociedad es hacer el trabajo «bien cada día» y se ha referido a la teoría que existe ahora de que hay «un conflicto entre beneficio empresarial y ser socialmente responsable». «Es exactamente al revés. Es decir, no hay conflicto entre dar beneficios empresariales y ser socialmente responsable», ha afirmado Botín, que ha dicho que, en general, «dar beneficios es sano».
«Si hay beneficios y de nuevo lo reinviertes en parte y parte va a otros, esa es la mejor manera que tenemos de ayudar a la sociedad. Y los bancos necesitamos capital para poder dar crédito. Muchas veces hay esta cuestión de impuestos o no impuestos, y yo cada vez que hemos dado resultados desde hace nueve meses siempre pongo en mi Linkedin dónde ganamos dinero y a qué lo dedicamos», ha apuntado.
Ana Botín ha precisado que, antes de impuestos, lo que gana el banco proviene un tercio de Norteamérica, un tercio de Sudamérica y un tercio en Europa, y se dedica «un tercio a pagar impuestos, un tercio a dar nuevo crédito y un tercio a los accionistas».
Por otra parte, ha reflexionado sobre la cultura de la empresa y ha señalado que, en el caso de la actividad en Inglaterra, donde habían comprado «tres cajas de ahorro malas», la cultura que se entendía como la cultura del Santander en España «no tenía nada que ver con la cultura de cualquiera de los bancos que habían ido comprando». «Cuando te venden un banco fuera, casi siempre es porque ha tenido problemas, temas de cultura y lo comparo como cuando hay dos borrachos en el bar y se apoyan uno en otro, eso no quiere decir que la combinación sea una persona sobria. Y, por tanto, teníamos tres culturas realmente deficientes», ha añadido.
Captación y retención del talento
Ana Botín ha sostenido, por otra parte, que en nueve de los diez mercados en los que está el banco el empleo está «a los niveles más altos de la historia», por lo que hay un mercado laboral que «claramente no está equilibrado».
Según ha manifestado, en el corto plazo el problema es que en los empleos que se crean las personas no están «preparadas» para poder hacerlos y los que dejan de tener empleo «no tienen capacidades».
En este sentido, ha señalado que existe «un desequilibrio» entre oferta y demanda, no solo en España, sino también en países como México, lo que hace que «la balanza esté a favor del trabajador».
Tras subrayar que es «clave» la educación, se ha referido, por otra parte, a que no se ha conseguido la diversidad de género al nivel de «liderazgo máximo». Botín, que ha defendido la diversidad en todos los ámbitos, ha apuntado que si hubiera más diversidad solo de género el PIB crecería «bastante más rápido», de manera que considera que se está ante un «reto pendiente».
Ana Botín ha afirmado que no cree en las cuotas, pero considera que, «a igualdad de condiciones, hay que intentar tener mayor diversidad». Para ello, cree que se necesita a los hombres y ha animado a los asistentes con hijas a «darles mayor oportunidad».
La presidenta del Banco Santander ha asegurado que existe «un impuesto a la familia» que «pagan casi siempre las mujeres, no los hombres». Según ha explicado, si se analizan todos los sectores y países, las gráficas sobre el progreso entre hombres y mujeres son «muy paralelas» y las mujeres -que «ni somos tontas ni queremos ser solo asistentes»- lo siguen mientras no hay familia, algo que cambia cuando se produce esa circunstancia.
«Hay que hacer que los hombres tomen unos meses cuando tienen familia», ha añadido. Además, ha defendido que, por otra parte, las mujeres son «mucho más modestas» y confían menos en ellas mismas.
«Tenemos un sistema muy bien estructurado en el banco donde cuando hay un puesto nuevo se publica, todo el mundo se puede postular, etc. Y de nuevo, -y no son datos del Santander-, son datos mundiales, cuando una mujer se postula, está no al 100%, al 120% cualificada y cuando un hombre se postula, -nada contra los hombres, sois fantásticos-, pero muchas veces, -y está bien-, tenéis 50 o 60% de lo que se necesita», ha manifestado.