El 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, ha reclamado al Gobierno que reconozca la «deuda del agua» con la provincia de Alicante y la Comunitat Valenciana, que «antes no la había». «Si no hay reconocimiento de esta realidad, vamos a tener problemas», ha aseverado.
Así se ha expresado este viernes en declaraciones a los medios tras participar en Elche (Alicante) en el acto de inicio de campaña de la granada mollar.
Mazón ha hablado de la futura Mesa del Agua en la Comunitat Valenciana, a la que invitarán al Gobierno con «voluntad de acuerdo». No obstante, ha sostenido que esto es compatible con la «absoluta determinación y realidad que con la provincia de Alicante y la Comunitat se ha creado una nueva deuda del agua donde antes no la había».
«La deuda del agua, toda la que se nos está quitando injustamente durante todo este tiempo. A partir de ese reconocimiento de esa realidad, podremos avanzar. Si no hay un reconocimiento de la realidad, vamos a tener problemas», ha sostenido.
Mazón ha señalado que espera que el Gobierno no se retire de la futura Mesa del Agua en la Comunitat como hizo en la de la provincia de Alicante. «No se puede decir que se quiere dialogar y pactar, cuando si te ofrecen la oportunidad de sentarse en una mesa a hablar con rigor de algo, rechazas estar», ha afirmado.
«Vamos a volver a tender la mano, para hablar del agua desde una manera que no se ha podido hablar durante demasiados años, desde el rigor académico, científico, de solidaridad, de datos, de justicia y la voluntad de acuerdo, no de guerra. Es la única manera de intentar avanzar», ha subrayado.
Además, el 'president' ha insistido en que la Comunitat tiene el «reto» frente a lo que ha tachado de «ninguneo, olvido y lucha del agua», para lo que están en proceso de creación de la Mesa del Agua para «defender el agua que corresponde y no llega, el de la justicia, el rigor y la solidaridad».
«Poner en peligro nuestros manjares por la insolidaridad de este Gobierno sería un crimen intolerable. Aquí no vamos a dar ni un paso atrás, ni siquiera para coger impulso. Cada día que pasa es un día perdido», ha zanjado.