La Policía Nacional ha detenido a 10 personas, que contaban con más de 130 antecedentes policiales, por vender cocaína, heroína y marihuana en cinco narcopisos situados en los madrileños distritos de Ciudad Lineal y San Blas, ha informado a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Hace cuatro meses, se inició una investigación tras recibir numerosas quejas vecinales por la venta de sustancias estupefacientes en determinados puntos, que ocasionaban mucho trasiego de toxicómanos e individuos violentos y muchos asaltos o intentos de robos, especialmente dentro de los coches aparcados en esas calles.
Los agentes establecieron nexos entres los responsables de esos narcopisos, el principal situado en el calle de los Urquiza número 27, en el barrio de Pueblo Nuevo. Así, a primera hora del pasado 28 de septiembre pusieron en marcha la 'Operación Romeo', un dispositivo simultáneo en los esos cinco locales, alguno de ellos situados en la calle Virgen de la Fuencisla y Emilio Ferrari y otro en la calle Zaldívar número 49, en el barrio de Simancas.
El propietario de este último inmueble había denunciado en 'Telemadrid' su okupación. En todos los narcopisos los policías encontraron y requisaron cocaína, heroína, útiles para su preparación y pesaje, así como cuadernos de contabilidad.
Los detenidos, con edades comprendidas entre los 36 y los 71 años, son seis hombre y una mujer, todos menos dos con múltiples antecedentes por delitos contra la salud pública y contra la propiedad. Todos son españoles salvo una ciudadana cubana de 58 años, que tenía 41 reseñas policiales.
Esta mujer es la pareja de el cabecilla de la red, un hombre de mediana edad y nacionalidad española apodado como 'Sevi', también con múltiples antecedentes. Según ha publicado hoy el diario 'ABC' a esta pareja se la veía entrar con los toxicómanos al local de la calle Zaldívar para presuntamente llevarles la droga y recoger el dinero, aunque fueron arrestadas en el de calle de los Urquiza.
Fuentes policiales han explicado que los desarticulados no son grandes puntos de venta en cuanto a cantidad de droga, pero sí de generación de inseguridad ciudadana en los barrios en los que se ubican. Por ellas recibían múltiples denuncias por las que iniciaron la investigación y lograron de los Juzgados las correspondientes órdenes de entrada en estos inmuebles.