Los comercios del Casco Viejo de Bilbao viven una «buena» campaña de rebajas, impulsada por las compras de los turistas que abarrotan las siete calles, y con tiendas que presentan «un porcentaje de venta muy importante», según ha afirmado la secretaria de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Rosa Pardo.
En declaraciones a Europa Press, Pardo ha señalado que en el mes de mayo las ventas no fueron «tan satisfactorias», debido a la condiciones meteorológicas adversas, pero luego «repuntó» y las rebajas «han vendido bien». «Con las tiendas con las que he hablado, todas tienen un porcentaje de venta muy importante a causa del turismo, así que está repuntando la campaña», ha afirmado.
Así, la representante de los comerciantes del Casco Viejo ha insistido en que la curva de las ventas «va en general bien», «poquito a poco hacia arriba». «A los que ya aguantamos la pandemia, nos va bien. Tenemos una venta estable y asentada. Hemos recuperado a nuestro cliente», se ha felicitado.
En este sentido, ha explicado que los últimos cierres de negocios que ha habido en el Casco Viejo han sido por jubilación y ha habido apertura de nuevas tiendas. «En la plaza de la Catedral acaban de abrir una tienda de bolsos italianos artesanos, han abierto otras dos tiendas de ropa en la calle Correo. Después del parón que tuvimos y todas las lonjas que se vaciaron justo en la postpandemia, ahora estamos contentos de ver que tenemos una venta estable y que va remontando poco a poco», ha celebrado.
Ventas al turista
Sobre las ventas ligadas al fenómeno del turismo, Rosa Pardo ha asegurado estar vendiendo «muchísimo» a extranjeros. En su caso concreto, que regenta un negocio de corsetería y baño, ha afirmado que el 50% de su venta en agosto está siendo a extranjeros: franceses, holandeses, rusos, italianos... «Se trata de un turismo de mediana edad y de clase media. No se trata del visitante que va a Ibiza de fiesta», ha precisado.
Alemanes, ingleses o viajeros del norte de Europa son también algunos de los clientes habituales de los comercios del Casco Viejo de Bilbao durante la época estival, que acuden buscando un turismo de «cultura y gastronomía», un volumen de turismo que es «brutal» en esta época del año y que se reduce «significativamente» entre los meses de noviembre y enero, según los datos que maneja la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo.
Rosa Pardo ha expresado su deseo de que la situación futura siga «por este derrotero» y desde la asociación creen que la clientela empieza a percibir una estabilidad económica y «se anima», porque «consumo hay». En este sentido, Pardo ha indicado que el comercio local «ofrece muchas cosas que otro tipo de comercio no ofrece» y al final la gente «lo valora».
De cara al último cuatrimestre del año, los comerciantes de las siete calles consideran que la previsión de ventas tiende a ser «positiva» y auguran que la facturación se va a mantener estable y que irá subiendo «poquito a poco».