El voluntariado de Cruz Roja ha cerrado sus dos primeras semanas de actividad en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, desarrolladas entre el 17 y 31 de julio, con 81 asistencias realizadas a visitantes que habían sufrido algún tipo de lesión o percance.
Las intervenciones relacionadas con esguinces de tobillo han sido las más numerosas, junto a heridas y picaduras de insectos, que han sumado 16 actuaciones en cada uno de los tres casos.
Han estado seguidas de traumatismos, en diez casos; ampollas, en seis; policontusiones, con cuatro intervenciones; tendinitis, con tres; reacciones alérgicas, dos, y malestar general, tirón muscular, fractura, lesión ocular, hipotensión, sangrado nasal, infarto/angina, insuficiencia respiratoria, con una intervención en cada caso.
La mayor parte de estas asistencias, en concreto 68, han podido resolverse in situ por los equipos de Cruz Roja, es decir, en el puesto de socorro ubicado en la pradera o por los socorristas que se encuentran en los recorridos de mayor tránsito de personas.
Además, dos personas han sido trasladas al centro de salud de Broto, una al servicio del 061 y otra ha sido derivada hasta el centro de interpretación, cinco a la parada del autobús, tres al Hospital de Jaca y una ha sido trasladada en un helicóptero del GREIM.
Por otra parte, los socorristas de Cruz Roja han ayudado a sanar pequeñas heridas que habían sufrido tres perros durante su excursión, a la petición de sus propietarios.
El voluntariado de Cruz Roja está realizando al mismo tiempo una destaca labor de sensibilización e información ambiental entre los visitantes que recibe el parque para que respeten y cuiden el entorno y cumplan con la normativa, al tiempo que les previenen para que no asuman riesgos innecesarios.