El 'sold out' de ZAZ ha puesto fin a la XXX edición de Pirineos Sur que ha alcanzado cuatro llenos absolutos tras los días de Bomba Estéreo, Guitarricadelafuente y Xavier Rudd y Ludovico Einaudi.
La jornada la abrió la portuguesa Luisa Sobral, que presentó su último trabajo 'DanSando' y comentaba que con sus primeros discos no podía bailar son sus hijos porque «su música era demasiado triste», por lo que decidió que su nuevo trabajo sería más alegre.
Así, comenzó suavemente alternado viejos temas ('Quero morar numa cançao', 'Maria do mar') y nuevos ('Festa anticipada', 'Nao foste tu'), para ir cogiendo vuelo poco a poco. Con los tambores casi militares de 'Ha guerra' el concierto fue ganado intensidad y la artista, cada vez más suelta, explicó el contexto de la mayoría
de las canciones: el amor de una pareja en 'Só um beijo', su versión de 'Me gustas tanto' llamada 'Gosto de ti' o la reivindicación feminista de 'Serei sempre uma mulher'.
Con 'O cuadro que pintei' cerró con el público en pie y cantando con la portuguesa.
Por su parte, Isabelle Geffroy era casi una deuda pendiente de Pirineos Sur, han precisado desde la organización, puesto que está considerada como una de las renovadoras de la 'chanson' francesa que ha sabido crear un estilo propio en el que conviven el gipsy jazz, el pop, el swing o el rock.
En su concierto de Lanuza ha interpretado 'Organique tour', 'Les jours heureux', 'Imagine' y 'Si jamais j'oublie', entre otros temas. También 'Qué vendrá' y 'Mal valse', que sirvió como remanso de paz, con ese aire clásico.