La consellera de Cultura de la Generalitat, Natàlia Garriga, ha situado el catalán y la política lingüística como uno de los ejes prioritarios de los Presupuestos de cultura para 2024, que se tienen que empezar a dibujar y que suponen «apuestas políticas en un momento determinado hacia unos ámbitos determinados».
En una entrevista de Europa Press, ha afirmado que el Govern tiene «clarísimo» que debe seguir trabajando en este ámbito, y que así lo demuestran iniciativas como el Pacte Nacional per la Llengua o los 41 millones de las cuentas catalanas de 2023 destinados al Consorci per a la Normalització Lingüística, una dotación que considera muy importante pero no suficiente.
Ha alertado de la importancia de proteger el catalán frente a las políticas de gobiernos de PP y Vox, a los que ha acusado de amenazar a la cultura y la lengua, y se ha preguntado «por qué les da tanto miedo la cultura, la lengua y la diversidad».
Ha destacado que el Govern seguirá defendiendo la diversidad cultural, lingüística y de creación en Catalunya y ha deseado que el gobierno resultante de las elecciones del 23 de julio sea «progresista y que necesite, como mínimo, de ERC».
Institut ramon llull
Preguntada por cómo los gobiernos PP-Vox en Baleares y la Comunidad Valenciana pueden afectar a instituciones con consorcios integrados por diversas comunidades, como el Institut Ramon Llull (IRL), ha afirmado que el IRL seguirá trabajando «por la internacionalización de la lengua en todo el dominio lingüístico» y que su departamento no dejará de promocionar la cultura y lengua catalana con quien pueda y quien quiera estar.
Ha añadido que confía en que no afecte a las coproducciones en catalán con otras televisiones públicas del dominio lingüístico, porque las productoras «dicen que la lengua no es un problema», y ha defendido que su departamento trabaja para que el audiovisual catalán pueda competir a nivel internacional.
Blindar un departamento que se encontró "muy flaco"
Ha reivindicado el incremento de 101 millones para Cultura este 2023, alcanzado los 477 millones, la partida más elevada en la historia del departamento, que a su llegada estaba «muy flaco, tanto económicamente como en recursos humanos», y se ha comprometido a alcanzar el 2% a final de legislatura --esta misma semana la plataforma Actua Cultura ha vuelto a hacer esta demanda-- señalando la importancia de disponer de cuentas en 2024.
«Lo tenemos que hacer de manera escalonada, que además es a lo que nos hemos comprometido. Ahora lo que miraremos es cuál es el escalón siguiente, con el que nos sentimos todos confortables, porque el sector también nos lo pide. Tenemos al sector al lado, pidiendo exactamente lo mismo, totalmente alineado con nosotros», ha añadido.
Ha explicado que entre un 70 y un 80% de los recursos del presupuesto van a los sectores culturales de toda Catalunya y que, si bien en 2022 se destinaron a potenciar las áreas de Cultura Digital y Cultura Popular, los de 2023 priorizaron la Secretaría de Política Lingüística, con 52,5 millones, un 11,5% más que el año anterior, y que en la misma línea irán los de 2024.
Los cambios en el govern han "influido poco"
Preguntada por si los cambios en el Govern esta legislatura han afectado a la estabilidad del departamento, ha respondido que ha «influido poco», y ha añadido que es la titular de Cultura que más ha durado desde Ferran Mascarell, que estuvo de 2010 a 2016, y le siguieron Santi Vila (2016-2017), Lluís Puig (2017), Laura Borràs (2018-2019), Mariàngela Vilallonga (2019-2020) y Àngels Ponsa (2020-2021).
Aunque ha asegurado que «con Junts en el Govern también las relaciones eran muy buenas», lo que sí ha notado es el incremento de proyectos impulsados conjuntamente entre departamentos, como el Pla Nacional del Llibre i la Lectura, elaborado junto a la Conselleria de Educación, alianzas que según ella benefician al conjunto de la ciudadanía.
El sector "agradece la estabilidad"
La consellera, que entre 2007 y 2016 fue gerente del Institut Català de les Empreses Culturals (Icec), ha remarcado que el sector «agradece la estabilidad» y que el suyo sea un perfil conocedor del entramado cultural, algo que ha agilizado la toma de contacto entre la administración y los profesionales de la cultura.
Garriga, a quien Fiscalía pide un año de inhabilitación y una multa de 18.000 euros por el 1-O, ha dicho que confía en poder acabar el mandato porque estima conocer la fecha del juicio a partir de septiembre, y que será un proceso largo si se presentan recursos, aunque ha recalcado que ella no ha «cometido ningún delito».