El presidente de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), Jesús Coca, ha asegurado este lunes, tras la declaración del estado de alerta por sequía en la capital cordobesa, que el agua para el consumo humano está «absolutamente garantizada» para los próximos dos años, a la vez que ha descartado «ningún tipo de corte» en el suministro de agua durante este verano.
En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la presidenta de la empresa municipal de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), Isabel Albás, Coca ha expresado que, «por desgracia», esta situación de alerta por sequía «no es novedosa en los últimos tiempos» y se declara «de forma automática» cuando bajan «unos umbrales de capacidad, en este caso en el embalse de Guadalmellato», que es «del que recibimos el agua bruta, sin tratar, para ser tratada» en la ETAP de Villa Azul.
En concreto, el presidente de la empresa municipal de aguas, que ha explicado la situación de alerta llega cuando «durante dos meses consecutivos» las reservas del embalse bajan «de 53 hectómetros cúbicos», ha señalado que Emacsa ha conseguido en los últimos que «la pérdida de agua sea prácticamente técnica», pues «la merma técnica está entorno al seis por ciento y Emacsa apenas alcanza el diez por ciento», mientras que la media de las empresas de agua en España «está en torno al 25 por ciento de pérdidas», y todo ello es «gracias a la inversión en infraestructuras y que el 96 por ciento de las redes están renovadas».
En este contexto, Coca ha recalcado que no habrá cortes de suministro y que «el agua está absolutamente garantizada para el consumo humano porque no solo tenemos el embalse del Guadalmellato, sino que además también tenemos el embalse de San Rafael de Navallana», cuya agua se usa para evitar la caída de reservas del embalse principal y que, como consecuencia, puede provocar un cambio en el sabor del agua que consumen los cordobeses por su distinta salinidad y nivel de cloro, pero «no de peor calidad».
Así las cosas, desde Emacsa van a establecer las «medidas preventivas», siendo la primera de ellas vigilar, «como se ha venido haciendo, el índice de estado del embalse nuestro de referencia, que es el Guadalmellato», de forma que se monitorizará «diariamente el estado para saber cuál es la situación al momento».
Además, ha señalado Coca, el «objetivo que se establece en el Plan de Emergencia de Sequía de Emacsa es llegar al ahorro del cinco por ciento de agua durante este estado de alerta por la sequía», para lo que «vamos a activar planes de ahorro de grandes consumidores urbanos», estando entre las medidas reducir el consumo de las fuentes ornamentales y el baldeo y riego.
«Otra cosa importante es la activación de campañas de concienciación del ahorro del agua», ha comentado el presidente de Emacsa, quien ha subrayado la «tremenda utilidad» de las mismas porque hay «pequeños detalles que hacen que se consuma bastante menos agua».
Medidas de sadeco
Por su parte, la presidenta de Sadeco, Isabel Albás, ha recalcado que la empresa municipal no utiliza agua potable para realizar las labores de baldeo en las calles cordobesas, unos trabajos que a partir de ahora se realizarán de forma mecánica en toda la ciudad, excepto en algunos puntos del centro de la capital cordobesa.
Tal y como ha detallado Albás, el baldeo manual continuará llevándose a cabo en la Avenida de América, en Alfaros, en Capitulares, en San Fernando, en la Puerta del Puente, en el interior de la Judería y en Puerta Gallegos, mientras que en el resto de Córdoba se realizarán de modo mecánico.
La presidenta de Sadeco, que ha recalcado la importancia de estas labores para mantener las «calles limpias» y con la «salubridad necesaria», ha detallado que desde que se redujo en 2022 la frecuencia de los baldeos se ha ahorrado cerca de un «80 por ciento». En 2018 se usaban «un millón de litros de agua» a la semana para baldeo, mientras que con la nueva medida ese gasto estará en torno a los «140.000 litros» semanales.