Una diligencia de la Policía Nacional emitida el 21 de septiembre de 2021, sobre el caso del menor de 13 años de Morón de la Frontera (Sevilla) desaparecido días antes de esa fecha, después de que su madre saliese de viaje llevándole consigo y fuese hallada en Segovia dando explicaciones «inconexas» y manifestando que habría matado supuestamente al chico; refleja que la mujer señaló a los investigadores un contenedor de basura de la calle Illescas, en Madrid, como el lugar donde «tiró al niño».
Dicha diligencia, recogida por Europa Press, expone que unos agentes de la Policía Nacional realizaron un «recorrido» con la madre del menor desaparecido, afectado de un alto grado de discapacidad, su abogado y un enfermero del área de Psiquiatría del hospital general de Segovia; detallando que tras tomar «la salida del punto kilométrico 6,100, Ciudad de la Imagen, M-511»; la comitiva entró «en la calle Illescas», donde «a la altura del número uno», la investigada «reconoció sin género de duda ese lugar como el sitio donde 'tiró al niño en un contenedor'», expresión esta última que atribuye a la propia encartada.
La mujer, según los investigadores, «señaló concretamente uno de los contenedores de color gris y tapa marrón, donde lo introdujo» según su testimonio, precisando los autores de este informe que la recogida de basura en dicha calle estaba encomendada a la empresa FCC Medio Ambiente e Infraestructuras y concretando el número identificativo del camión con el que fueron recogidos los contenedores de la calle Illescas el día 13 de septiembre de 2021, cuyos residuos fueron después depositados en el vertedero del parque de Peromingómez.
A día de hoy, el menor no ha sido localizado, tras múltiples gestiones y consultas de los investigadores, por ejemplo en diversos vertederos de las zonas sometidas a búsqueda.
El caso del menor de morón
El asunto gira en torno a un matrimonio de Morón con dos hijos a su cargo, una joven de 18 años y un adolescente de entonces 13 años que padece una discapacidad física, toda vez que los miembros del matrimonio se habrían separado, contando la mujer al comienzo de la separación con la custodia de los dos hijos.
En ese contexto, en septiembre de 2021 agentes de la Guardia Civil localizaban a la mujer en una carretera de la provincia de Segovia, donde habría detenido su coche, «desorientada» y manifestando declaraciones «inconexas» a los funcionarios. La mujer habría relatado a los agentes que llevaba consigo a su hijo de entonces 13 años de edad y que le habría matado, deshaciéndose después del cuerpo según su testimonio.
Contacto con la familia
A cuenta del estado de la mujer, que presentaría alteraciones mentales, la misma fue trasladada al centro psiquiátrico del hospital de Segovia para recibir asistencia especializada, contactando la Guardia Civil con el padre del menor y expareja de la mujer, para interesarse por el paradero del chico.
Desde Morón, el padre y la hermana del muchacho habrían manifestado a los agentes que pensaban que el chico estaba con su madre, siendo informados del testimonio de esta mujer. Ante el relato de la mujer respecto a que habría matado a su hijo y se habría desprendido del cadáver, el padre del mismo acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de Morón para formular una denuncia por la desaparición del chico.
La madre llevó consigo al menor
Fruto de ello, los agentes de la Policía Nacional de Morón visitaron la vivienda de la mujer, averiguando que la misma se habría deshecho de enseres y se habría marchado llevando al chico con ella. A partir de ahí, y según las pesquisas de los agentes, habrían pasado aquella noche en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo), donde ambos fueron vistos y desde donde habrían proseguido su viaje, siendo después la mujer localizada ya sola por la Guardia Civil en la situación ya descrita.
En cualquier caso, la Policía Nacional mantiene una investigación para localizar al menor y esclarecer la veracidad o no del testimonio inicial de su madre, que después habría asegurado que no mató como tal al chico, sino que el mismo «murió» y después se deshizo del cadáver; siendo localizado en un contenedor de Morón «relativamente cerca del domicilio de la madre» el teléfono móvil de esta persona con la pantalla fracturada.