La fiscal ha subrayado en el juicio por el crimen de Juan Miguel, el hostelero degollado en el distrito de San Blas en marzo de 2020, que espera una condena que reconforte a la familia de la víctima, mientras que el abogado de sus allegados ha reprochado que se le matara como «se degolla a un animal en el campo». «Fue una ejecución», ha sentenciado.
El juicio contra los tres acusados, dos autores materiales de los hechos y el inductor del delito, ha quedado hoy visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Madrid con los informes finales y la última palabra de los procesados. Será un jurado popular el que determine los hechos probados y la calificación jurídica de los mismos.
En su última palabra, los acusados se han roto por completo y han mostrado al tribunal su arrepentimiento «absoluto»: «Pido nuevamente perdón a la familia y a sus seres queridos. La intención no era ese fatal desenlace. Me seguirá toda la vida y pido una oportunidad», ha suplicado uno de los acusados entre lloros.
El autor de la puñalada ha reconocido que «siente mucho pena» porque «jamás fueron a matar a nadie». «No se ha dicho que yo hago cursos a mujeres que sufren violencia de género y a niños de yudo. No soy ningún asesino. Fue un accidente cuando me agarró. En la vida le quise apuñalar», ha lamentado por la imagen de «matón» que se ha dado de él durante la vista oral al haber sido portero de discoteca.
Totalmente destrozado y afectado, el inductor de lo sucedido ha pedido perdón y se ha mostrado avergonzado ante la familia al haber sido cuñado de la víctima. «Solo queríamos un simple tirón. Les dije dónde era el coche. Pero Juan Miguel era un hombre valiente», ha dicho con palabras entrecortadas por los nervios.
Frente al tribunal de jurado, la fiscal ha solicitado que se les condene a 17 y 15 años de cárcel por delitos de robo con violencia, con la agravante de disfraz, y homicidio, mientras la familia eleva a 25 años la petición para los tres al calificar los hechos de un asesinato agravado al no poder defenderse la víctima.
El crimen se produjo la noche del 6 de marzo de 2020 cuando Juan Miguel cerró su bar y se dirigió junto a su pareja y su cuñada al lugar donde tenía el coche aparcado en la calle de Hinojosa del Duque. Cuando estaban dentro del vehículo, fue apuñalado en el cuello. La puñalada le atravesó la tráquea y cayó fulminado. Los delincuentes huyeron del lugar sin robar nada.
En la vista oral se conoció que el cuñado político del hostelero ideó un plan para robarle la recaudación y encargó el atraco a dos toxicómanos que conoció días antes en un bar, a quienes suministró dos cuchillos y datos sobre los itinerarios de la víctima.
Juan miguel se defendió
En su informe, la fiscal considera que los hechos han quedado acreditados por la prueba practicada en el juicio, por lo que espera que se haga Justicia y se reconforte a la familia. «La intención evidente era de robar pero la víctima se defendió», ha alegado la fiscal con motivo de que el fallecido presentaba heridas defensivas en las manos.
Considera que se produjo un homicidio debido a que la puñalada que le atravesó la traquea se produjo en el transcurso de un forcejeo, tal y como acreditan las salpicaduras de la sangre en el coche y que incluso llegaron al vehículo aparcado delante.
Discrepa de que se aplique a los autores materiales una atenuante de drogadicción debido a que no hay prueba alguna que sustente que en el momento de los hechos tenían las capacidades volitivas y cognitivas alteradas. También se muestra en contra de aplicar una atenuante por confesión al inductor ya que admitió que planeó el robo tras haberlo negado hasta en tres declaraciones.
El alegato del abogado de la familia ha roto a los allegados de Juan Miguel, que no han podido evitar las lágrimas cuando el letrado iba relantado los hechos. «Hoy termina todo pero nunca va a terminar para la familia y la madre. Se irán a sus casas con dolor hasta que se mueran», ha reseñado.
El letrado ha subrayado que la intención de los acusados era matar a Juan Miguel e hicieron «lo que se hace en el campo con los animales al degollarle». «Se plantearon de inicio que eso podía ocurrir. Era una especia de tirón pero luego se convirtió en atraco con un arma armada», ha expuesto. «Esto fue una ejecución», ha sentenciado.
En la misma línea, el abogado de la pareja del fallecido ha suplicado Justicia a los miembros del jurado popular para que su familia «al menos puedan descansar». «Los autores tendrán una segunda oportunidad pero ni Juan ni Graciela ni su madre ni sus hijos tendrán una segunda oportunidad», ha espetado.
Las defensas de los autores materiales han solicitado al jurado que aprecien las atenuantes muy cualificada de drogadicción, reparación del daño y confesión tardía, mientras que la abogada del inductor del delito reclama que se le condene solo por el robo con una atenuante de drogadicción.