El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado este miércoles en Vitoria que no tiene pretensión de «declarar la guerra a nadie», después de que los sindicatos de la Ertzaintza ErNE, Esan, Euspel y Sipe le acusaran el pasado lunes de tener la «clara intencionalidad política de declarar la guerra al colectivo de trabajadores que componen la Ertzaintza».
Urkullu, junto con la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, y la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha asistido en Miñano (Álava) a la clausura de la Asamblea de Innobasque, la Agencia Vasca de la Innovación, donde ha aprovechado su intervención para manifestar que intenta decir algo de «manera sensata y sin pretensión de declarar la guerra a nadie».
El pasado domingo, el jefe del Ejecutivo vasco, en un momento de fuertes protestas sindicales por mejoras salariales en la plantilla, advirtió a la Ertzaintza de que «no pueden perder el respeto de la sociedad».
Estas declaraciones fueron duramente contestadas por los cuatro sindicatos de la Policía autonómica en unidad de acción, señalando que «las descalificaciones contra trabajadores descontentos que reclaman sistemáticamente de forma legal y ordenada una actualización de sus condiciones de trabajo es una infamia, que no es la primera vez que se produce».