El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha reconocido este lunes «espíritu constructivo» en el Reino Unido para la consecución de un acuerdo que propicie «una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar», aunque de la misma forma ha apuntado que «la pelota está en el tejado de Reino Unido» para que fructifique ese propósito.
En declaraciones a los medios de comunicación en Córdoba tras reunirse con los representantes del Instituto Halal, Albares ha esgrimido que «para un acuerdo se necesita a dos» una vez que «pusimos encima de la mesa un acuerdo global» de manera que desenlace requiere «no sólo una propuesta española», sino «la aceptación por el Reino Unido».
«Esperamos que sea lo antes posible», ha remachado Albares, quien ha asegurado que «estamos listos para el acuerdo».
El Gobierno británico aseguró en marzo seguir trabajando «intensamente» para la consecución de ese acuerdo con la Unión Europea sobre Gibraltar tras el Brexit, como puso de manifiesto a Europa Press un portavoz del Ministerio británico al ser preguntado sobre si el reciente acuerdo entre Londres y Bruselas sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, el llamado 'marco de Windsor', permitirá destrabar la negociación en torno al Peñón, de la que ya se han celebrado doce rondas.
«Estamos trabajando intensamente para concluir un acuerdo que pueda ayudar a conseguir la prosperidad futura para Gibraltar y el Campo», manifestó ese portavoz, quien entonces no quiso entrar en más detalles sobre el estado de esas conversaciones.
Londres, Bruselas y el Gobierno español han insistido en que la negociación sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, que pactaron el 27 de febrero el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y la de Gibraltar son dos procesos distintos y separados, aunque sus negociadores son los mismos actores: el ministro de Exteriores, James Cleverly, y el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic.
Londres defiende que la base para el acuerdo sea el marco político pactado entre Reino Unido y España el 31 de diciembre de 2020, que prevé la supresión de la Verja pero que plantea el problema de los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar.