El presidente del Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana y de Cámara Valencia, José Vicente Morata, ha manifestado que es «intolerable» que la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, «acuse a personas individuales» como el presidente de Mercadona, Juan Roig, con «descalificaciones».
Así lo ha señalado en una entrevista en À Punt, recogida por Europa Press, después de que Belarra llamase este fin de semana a Juan Roig «capo». Un término que ha vuelto a emplear este lunes la secretaria de Acción Institucional del partido morado, María Teresa Pérez.
Morata se ha preguntado «en qué mundo vivimos» cuando «una ministra del Gobierno de España es capaz de acusar a una persona o al mundo empresarial», y ha cuestionado el motivo de las críticas. «¿Por qué?¿Por crear 10.000 puestos de trabajo?(...)¿ por crear riqueza?».
A su juicio, «una ministra no puede entran en eso» y hay «unas reglas sociales de convivencia» por las que «podemos criticar lo que queramos, pero no a las personas, porque estamos en un Estado de Derecho y porque están cumpliendo con sus deberes».
«Estamos en España, estamos en Europa, estamos en el siglo XXI y no se debe permitir ese tipo de descalificaciones, porque primero no sirven para nada y segundo lo que hacen es crear un clima que no toca», ha subrayado.
Sobre las críticas al reparto de riqueza por parte de las empresas, Morata ha señalado que éstas «lo que hacen es cumplir con la normativa» y que una parte de su contribución está regulado por el impuesto de sucesiones y otros gravámenes. También ha subrayado su contribución con la creación de empleo.
A su juicio, «se está creando una especie de acusación al empresario como si no repartiera riqueza, cuando lo que hace desde que se levanta por la mañana hasta que se acuesta». Ha admitido que «ha caído la clase media» pero que «no es culpa de las empresas», sino que «las políticas que se están haciendo no sol las adecuadas».
En ese sentido, ha advertido que que «si no incrementamos la productividad es casi imposible que podamos crear una clase media».
Morata, por otro lado, ha valorado de forma «muy positiva» el preacuerdo estatal para la subida salarial alcanzado por sindicatos y patronal.
Reclama más visión empresarial en feria valència
Por otro lado, durante la entrevista, el también presidente de Cámara Valencia ha valorado «muy positivamente» el final del proceso de conversión de Feria València en empresa pública y ha señalado que lo importante no es el tiempo que ha durado esta transformación sino «lo que pasa a partir de ahora».
En ese sentido, ha reivindicado que «tiene que haber una visión empresarial en la feria» y que «lo principal» es que en su gestión diaria «el mundo empresarial esté de perfectamente visualizado y gestionando al lado de la Dirección General». «Entendemos que es necesario que el mundo empresarial esté de verdad dirigiendo la feria», ha recalcado.
Ha comparado la situación de Feria València con la de Fira Barcelona, que logró una facturación de 200 millones de euros en 2019 con un consorcio público cuyo consejo de administración está formado por un «100% de empresarios». «Aquí no queremos el 100%, pero que esté en primera línea, que tenga capacidad de estar al lado del director general para darle la potencia que podría tener la feria y no tiene ahora».
Pide más apoyo ante la caída de volumen de exportación
Por otra parte, Morata ha incidido en que se debe «tener cuidado» con la actividad exportadora porque su crecimiento responde principlamente a la inflación y a que se está trasladando a la cifra el aumento de costes, pero «desde el verano pasado en toneladas (las exportaciones) están cayendo». Por ello, ha reivindicado «políticas de apoyo a los exportadores».
«Ahora es el momento de tomar soluciones» y «no cuando está el problema encima», ha defendido Morata, y ha mencionado que África o Asia son «mercados fundamentales» para las empresas valencianas. En ese sentido, ha pedido «políticas públicas de apoyo a las pymes, que haya un vuelco real del gobierno en apoyar la exportación», multiplicando misiones comerciales o los catálogos digitales.
En cuanto al horizonte de inflación al que se enfrentan las empresas valencianas, el presidente de Cámara Valencia ha expuesto que «los datos no son negativos en absoluto» para la economía de la Comunitat y que las cifras de afiliación a la Seguridad Social están creciendo mientras las exportaciones «se mantienen», «el turismo internacional está llegando a datos prepandemia» y el nacional funcionando.
«Hay que ser optimistas» aunque se debe actuar y «la empresa valenciana está preocupada por la inflación», «las exigencias de la banca en la concesión de créditos y el »ruido mediático que pasa todos los día de cara a elecciones«. »Hay que tranquilizarlos diciendo que dentro de un mes habrá menos ruido« y »vamos a seguir trabajando. Queremos que nos dejen trabajar«, una »exigencia histórica que no se ve cumplida", ha expuesto.
En clave electoral, sobre qué le pediría al futuro presidente de la Generalitat, ha reivindicado la reducción de las «trabas administrativas», una cuestión en la que defiende que «hay que implicar a los funcionarios»; también ha subrayado el apoto a la internacionalización y la digitalización, también en la administración para que sea «más ágil».
Igualmente, ha lamentando que la «caída de inversión pública en infraestructuras ha sido bestial en los últimos años» y ha remarcado la importancia de éstas para atraer inversiones.
"la inmensa mayoría de pymes están subsistiendo"
Sobre si a las empresas les ha ido mal o bien con el actual Consell, ha advertido que «la inmensa mayoría de las pymes están subsistiendo» y ha criticado que, ante la pandemia, «en España la mayoría de las ayudas fueron vía préstamos que hay que devolver» y que ahora hacen que las pequeñas empresas estén en una «situación complicada para devolver esos préstamos». «Necesitan un apoyo real» y «el mercado interno no está al nivel de 2019 y sus márgenes han caído».
En cuanto a si preferiría un gobierno de PP y Vox o un pacto entre el PSOE y PP, no cree que esta última posibilidad pueda darse. Ha insistido en que lo que quieren los empresarios es «estabilidad, garantía jurídica y que les dejen trabajar». Con el Botànic, ha valorado, «ha habido estabilidad» y «tranquilidad», por lo que si hubiera otro gobierno autonómico le pediría «exactamente lo mismo».
Preguntado por si tiene miedo a que haya un «cambio total» en el Consell, ha señalado que al final la «inercia del trabajo» y de la economía «es mucho más importante que el cambio en los gobiernos», por lo que no «ve brusquedad ninguna», y solo pide compromiso con lo público-privado, las empresas y trabajar para la generación de empleo, «el gran problema» de la Comunitat.
Por otra parte, sobre la incidencia que está teniendo la problemática de la vivienda en la campaña, Morata ha expuesto que este es «uno de los grandes problemas» que se han extendido en varios países, no solo España, y ha subrayado que la subida de precios está motivada por una falta de oferta, por lo que ha pedido que «se permita que se construya».
El presidente del Consejo de Cámaras se ha mostrado partidario de un modelo a varios niveles en el que se promueva la construcción y la colaboración público-privada, y que se pueda desahuciar al morador que no pague, pero éste disponga de una vivienda pública en la que no tenga que «pagar nada». «Demonizamos la construcción como si fuera mala y es necesaria para tener la vivienda que la gente necesidad», ha apostillado, antes de reivindicar que se ponga a disposición de las promotoras suelo público y se dé un «apoyo real» a la colaboración público-privada.