El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, ha destacado este miércoles la importancia de la colaboración entre profesionales de la Justicia Juvenil y los centros educativos para la intervención con los menores infractores, ya que además de trabajar en su formación educativa permite el control, seguimiento y la normalización de la situación de estos jóvenes durante el cumplimiento de una medida judicial.
Nieto ha participado en las I Jornadas Educación y Justicia, que se han celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Granada, y ha valorado como muy positivo este tipo de encuentros en el que se generan espacios de colaboración que permiten «seguir avanzando en lograr una mejor y más completa intervención con el menor».
Desde 2006, la firma del Convenio de Colaboración entre las consejerías con competencias en Justicia y Educación para la atención educativa de menores que cumplen medidas judiciales ha permitido el seguimiento de estos en los propios centros educativos andaluces. De ahí, ha incidido, la necesidad de estas jornadas que permitan coordinar y profundizar en esta materia. En la misma han participado referentes en la jurisdicción de menor como el juez Emilio Calatayud o la fiscal delegada de menores de Granada, Rosa Guerrero.
«Esa colaboración nos ayuda a prevenir, analizar la realidad en la que viven estos jóvenes y mejorar la respuesta cuando acaban cometiendo una acción que les lleva a cumplir medidas judiciales en nuestros centros y recursos», ha destacado Nieto, según ha informado la Junta en una nota.
El sistema de Justicia Juvenil andaluz cuenta en total con 57 recursos: 13 Centros de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) para el cumplimiento de medidas privativas de libertad (dos en Granada, uno masculino y otro femenino), 17 Grupos Educativos de Convivencia (también dos en Granada), ocho para el seguimiento de las medidas no privativas de libertad (uno en cada provincia), nueve centros de día (uno en Granada), ocho equipos de mediación (uno en cada provincia), y dos equipos de medio abierto.
El consejero ha puesto en valor que «somos una comunidad autónoma referente en Justicia Juvenil, a nivel nacional e internacional», tras destacar que «tenemos un porcentaje altísimo de éxito en el proceso de reeducación, prácticamente el 80 por ciento de los chavales cuando pasan por este proceso no reinciden».
La formación es una pieza clave en el trabajo que se realiza con los menores infractores, bien facilitando que cursen estudios de la enseñanza reglada en los centros educativos y en los centros, o con talleres de formación profesional dentro de los propios CIMI que «les abren puertas para poder trabajar, ya que tratamos que en ningún caso el paso por nuestros centros para cumplir medidas judiciales sea una pérdida de tiempo». El objetivo es que al salir cuentan con capacidades y herramientas para desarrollar un proyecto de vida.
Nieto ha explicado que muchas de las conductas delictivas que llevan a los menores ante el juez están relacionadas con el mal uso de Internet y las redes sociales, uno de los temas abordados en las jornadas. El consejero también se ha referido a las agresiones filioparentales, «que tienen mucho que ver con la dificultad de comunicación entre padres e hijos».