El Ayuntamiento de Zaragoza tiene ultimado el plan de contingencia frente a la sequía que contempla diferentes restricciones y medidas para reducir el consumo de agua en el conjunto de la ciudad y garantizar el abastecimiento. El documento contempla cuatro escenarios en función de la gravedad de la situación.
La consejera municipal de Infraestructuras, Patricia Cavero, ha explicado que Zaragoza cuenta con un sistema de abastecimiento «robusto», ya que recibe agua del embalse de Yesa, del Canal Imperial y si fuera necesario del Ebro. Esto hace que, por ahora, no haya tenido que aplicar restricciones.
Sin embargo, la situación de sequía cada vez más grave en la cuenca del Ebro ha llevado al Ayuntamiento a diseñar un plan con medidas de actuación concretas que afectan tanto a los servicios municipales como a particulares y que se aplicará de forma progresiva.
Cuatro escenarios
El documento, elaborado por el área de Infraestructuras junto a Parques, Jardines e Infraestructura Verde, Limpieza Pública y Ecociudad entre otros servicios, establece cuatro escenarios: alerta, emergencia por sequía severa, emergencia por sequía grave y emergencia por sequía extrema.
Las medidas que contemplan abarcan desde reducir la presión de la red de abastecimiento o revisar las frecuencias de riego hasta prohibir el llenado de piscinas sin sistemas de recirculación o el riego de zonas verdes manteniendo sólo el necesario para la supervivencia de árboles de carácter especial.
El plan de contingencia municipal se enmarca dentro del Plan de Emergencia para situaciones de sequía del abastecimiento de agua a Zaragoza y el corredor del Ebro de la sociedad estatal Acuaes, de cuyo comité de emergencia forma parte el Ayuntamiento.
Este plan general es el que determina ante qué nivel de sequía nos encontramos y por tanto la activación de las diferentes fases de actuación.
La consejera municipal ha recordado que Zaragoza ha sido tradicionalmente una ciudad ahorradora de agua. El consumo doméstico se sitúa en los 103,6 litros por habitante y día, muy por debajo
de la media de Aragón, que son 134 litros y de España, que alcanza los 133 litros.
A pesar de ello ha realizado un llamamiento a la ciudadanía para ser más cuidadosos que nunca con la cantidad de agua que utilizamos y ha adelantado que se va a poner en marcha una campaña de concienciación.
Planes
Además el Ayuntamiento va a seguir avanzando en las medidas estructurales puestas en marcha para realizar una gestión más eficiente del agua en la ciudad. El Plan de Adaptación al Cambio Climático aprobado recientemente incorpora una línea estratégica
de actuación centrada en el agua y los recursos hídricos.
En esta línea, el área de Infraestructuras viene impulsando la renovación de la red de tuberías de abastecimiento de agua para evitar fugas y roturas con un presupuesto este año de 3,4 millones de euros. El año pasado se sustituyeron 5,5 kilómetros de conducciones.
Entre las medidas en marcha, se está ejecutando un plan de modernización de la red arterial de agua con sustituciones como la de la gran tubería que abastece desde Valdespartera a más de 200.000 zaragozanos, cuyas obras acaban de finalizar.
Además, el Ayuntamiento ha elaborado el Plan de Digitalización del Ciclo Integral del Agua para una gestión más eficiente del abastecimiento, saneamiento, depuración y riego de parques y zonas verdes.
El objetivo es aprovechar las posibilidades que ofrece la tecnología de última generación para avanzar en una gestión inteligente de estas redes.
En el marco de este plan se está avanzando en la implantación de sensores inteligentes en todas esas redes. En la actualidad, por ejemplo, el 37 por ciento de la superficie verde urbana está telegestionada.
Medidas ahorradoras
Estos sistemas facilitan el control de los bombeos de manera remota y ofrecen información y control en tiempo real sobre caudales, alarmas, consumos y otros elementos geolocalizados.
Es posible incluso implantar sensores de lluvia, de viento y de temperatura. Asociados al riego por goteo, permiten adaptar las necesidades de riego a la realidad meteorológica y las necesidades de cada zona. Con todo este conjunto de medidas se consiguen ahorros de agua de hasta el 40 por ciento.
Asimismo, la incorporación de los vehículos de la nueva contrata de limpieza pública permitirá una mayor eficiencia en el uso del agua, tanto en los baldeos como en las hidrolimpiadoras, así como en la limpieza de los propios contenedores. En las hidrolimpiadoras es factible ajustar la cantidad de agua, reduciendo el consumo pero manteniendo la eficacia del trabajo realizado.