El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha abogado por una mayor coordinación entre la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y la Conferencia Hidrográfica del Ebro (CHE) para abordar «los retos de presente y de futuro» ante la sequía, después que la segunda haya propuesto declarar la situación excepcional en el Segre.
Lo ha dicho durante una visita institucional a la desalinizadora del Llobregat en el Prat del Llobregat (Barcelona), junto a la consellera de Acción Climática, Agricultura y Alimentación de la Generalitat, Teresa Jordà, y el director de la ACA, Samuel Reyes, entre otras autoridades.
Ha recordado que las cuencas internas de Catalunya las gestiona la ACA y que la responsable última es la Generalitat, pero que en la Cuenca del Ebro y del Segre la gestión recae en la CHE y «el responsable es el Gobierno», por lo que el criterio aplicado ante la sequía en esta zona ha sido otro, según él.