La consellera de Interior, Gabriela Bravo, ha respaldado la gestión del incendio forestal de Villanueva de Viver (Castellón), que estuvo activo durante 20 días y calcinó 4.723 hectáreas, y ha pedido «huir de la tentación de caer en la politización partidista de un debate necesario» aunque falte un mes para las elecciones autonómicas.
«El fuego no respeta las fronteras administrativas ni las barreras ideológicas. Por ello debemos trabajar para afrontar un problema complejo que no puede abordarse con soluciones simples, mitos o discursos sesgados», ha reivindicado en una comparecencia a petición propia en la Diputación Permanente de Les Corts para exponer la gestión de este incendio que se originó el pasado 23 de marzo y afectó a las provincias de Castellón y Teruel.
Bravo ha defendido la «excelente coordinación» entre administraciones, ha asegurado que se movilizaron medios desde un minuto después del primer aviso de las llamas y ha alabado tanto la labor de los profesionales de extinción como el «ejemplo de serenidad y solidaridad» de los vecinos de las poblaciones evacuadas y la «absoluta lealtad institucional» de los alcaldes de los municipios afectados. «Gracias al esfuerzo colectivo no ha habido que lamentar la pérdida de vidas humanas», ha subrayado.
Es por ello que ha asegurado que «si no hubiera sido por la enorme cantidad de recursos destinados, la coordinación entre administraciones y la pericia, diligencia y táctica de los profesionales, este incendio hubiera tenido un potencial de afección de 50.000 hectáreas».
Como balance, ha achacado este incendio a un invierno extraordinariamente seco y al «nuevo escenario» provocado por el cambio climático, que conlleva fuegos que se inician antes de verano y son más frecuentes y difíciles de apagar. También ha apuntado al abandono de los terrenos agrícolas por la despoblación, con «zonas sin cultivar desde hace décadas» en este incendio, y a la orografía inexpugnable que hizo que «en los primeros días no se pudiera actuar directamente sobre el foco» de las llamas.
Medios movilizados "en un minuto"
Respecto a los 20 días de extinción, Bravo ha explicado que la primera llamada en el 112 se recibió a las 12.41 minutos del 23 de marzo, alertando de un fuego en el barranco de Sentenal, tras lo que «un minuto más tarde» se movilizaron medios del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón.
Sin embargo, ha recordado cómo el incendio se extendió con gran rapidez por la gran cantidad de combustible seco y por la meteorología adversa, por lo que se solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) una hora y 37 minutos después y se ordenaron evacuaciones sucesivamente y por «anticipación».
Solo en las primeras diez horas se quemaron 2.000 hectáreas de alto valor ecológico, tras lo que al día siguiente hubo nuevas ramificaciones del incendio por el viento, lo que obligó a evacuar Villanueva de Viver y a destinar más medios de extinción. Entonces la prioridad, ha recalcado la consellera, fue evitar que las llamas entraran en el Parque Natural de la Sierra de Espadán.
Según su relato, uno de los momentos más críticos fue el cuarto día, cuando hubo que lamentar el atrapamiento de 14 bomberos que «afortunadamente registraron afecciones leves por humo y solo uno precisó traslado a un centro sanitario». En ese momento ya había 1.500 vecinos desalojados.
Días después, el 31 de marzo, la evolución favorable permitió que todos los evacuados regresaran a sus casas, que se desmovilizara la UME y que se diera por controlado el incendio. Durante la semana siguiente continuaron las labores de seguimiento y control para asegurar los puntos calientes.
Finalmente, el 11 de abril a las siete de la mañana se dio por extinguido el incendio con una superficie total afectada de 4.723 hectáreas, 3.868 de ellas en los municipios castellonenses de Villanueva de Viver, Puebla de Arenoso, Montanejos, Montán y Fuente la Reina.
La oposición echa la culpa al botànic
Entre los grupos parlamentarios, en declaraciones a los medios antes de la comparecencia, los de la oposición han coincidido en cargar contra la gestión del incendio por parte de la Generalitat y los del Botànic en defenderla y apuntar al cambio climático.
Desde el PP, su portavoz adjunto Miguel Barrachina ha aseverado que Bravo «no ha asumido ninguna responsabilidad» y ha reprochado a Pedro Sánchez que viniera «en Falcon» a «culpar a los vecinos de Villanueva de Viver»: «La responsabilidad es de quien no mantiene los espacios públicos».
Así, ha pedido que se permita a los vecinos «el derecho a limpiar sus propias parcelas» y ha instado a mejorar la conservación de las vías férreas, ya que el incendio de Bejís y el de Villanueva se han producido cerca del ferrocarril que une la Comunitat Valenciana con Aragón.
Por parte de Cs, Fernando Llopis ha criticado que hay «menos medios de lo que habían presupuestado» y que el Botànic «no ha adecuado su modelo» de prevención y extinción al cambio climático del que «siempre hablan». «Me imagino que lo único que harán será echar balones fuera y empezarán a echarle la culpa al cambio climático. El problema es poner a unidades preparadas y capaces gestionadas por personas preparadas y capaces en vez de a los amigos del partido, que es lo que tienen ahora mismo», ha agregado.
Y por Vox, José Mª Llanos ha lamentado que desde el 2014 «no se ha hecho nada» en el plan de demarcación forestal de la zona de Segorbe y ha abogado por «contar con los expertos», pero no con las «comisiones técnicas que se están montando de cara a la galería, sino que es necesario contar con los locales», con la gente que «conoce bien todos los resquicios de los terrenos». «Desde luego lo que no se puede es echar la culpa al cambio climático, que es algo que ocurre en todas las épocas», ha señalado.
Por contra, entre los grupos del Botànic, la diputada socialista Rosa Peris ha agradecido el trabajo de los profesionales y la coordinación entre las dos autonomías y ha defendido la gestión «ejemplar» de la administración, pero ha recordado que el cambio meteorológico obliga a «repensar» la manera de actuar ante los incendios porque los bosques están «en una situación de extremo riesgo»: «La despoblación y el abandono de los campos no ayudan».
También ha replicado al PP que, cuando gobernaba antes de 2015, «ni dedicó presupuestos, ni dedicó medios, ni tampoco tuvo un modelo de protección como para dar hoy lecciones a nadie». Ha puesto como ejemplo que en el incendio de Andilla de 2012 «las ayudas llegaron dos años después» y ha resaltado el aumento de presupuesto en el Consell actual.
Parecido argumento ha defendido el portavoz adjunto de Compromís Juan Ponce, destacando que el Botànic ha incrementado en un 150% los fondos para extinción y prevención en los últimos ocho años, si bien ha lamentado que existe la «rémora» de los 20 años de gobiernos del PP que «no hicieron nada en ordenación ni prevención de incendios».
Y por Unides Podem, Beatriu Gascó ha señalado que las condiciones climáticas son «un cambio para siempre» y «hay que aprender a adaptarse a esta situación». Además, ha pedido «invertir la cantidad de dinero que se pone en prevención respecto a extinción» y atajar los problemas de despoblación y abandono de tierras.