El alcalde de València, Joan Ribó, ha reiterado este martes que el objetivo de la semana laboral de cuatro días, que se analizará en esta ciudad coincidiendo con los cuatro lunes festivos que hay entre el 10 de abril y el 7 de mayo, no es laboral sino que busca conocer los efectos que tendrá en la capital valenciana una reducción de los días de trabajo.
«Lo digo, lo repito y quiero que quede claro. No entramos en los aspectos laborales de negociación entre empresarios y trabajadores», ha subrayado el primer edil, preguntado por las semanas laborales de cuatro días que se iniciaron este lunes y por los estudios que al respecto realizará el Ayuntamiento.
El responsable municipal, que se ha pronunciado de este modo en la presentación de la propuesta de Compromís para la València Verde, ha recordado que esas cuatro semanas con lunes festivo surgen al unir al Lunes de Pascua, al día de San Vicente Ferrer y al Día del Trabajo el festivo correspondiente a San Vicente Mártir que se ha trasladado del 22 de enero al 24 de abril.
Asimismo, ha indicado que la «experiencia de reducir la semana laboral a 32 horas» se ha llevado ya a cabo en otros países --Reino Unido, Lituania, Nueva Zelanda, Alemania, Suecia, Islandia, Portugal y Japón-- y ha defendido la posibilidad de estudiarla en València, que se convierte así en la primera ciudad en realizar un proyecto piloto mensual sobre este asunto.
Joan Ribó (Compromís) ha insistido en que el consistorio valenciano «no entra en los aspectos laborales o de negociación colectiva entre empresarios y trabajadores» al abordar esta cuestión. «Nosotros queremos ver, si se redujera la jornada, cómo afectaría a la vida de la ciudad», ha aseverado.
«Cómo afectaría a aspectos como la salud. Nos interesa saber cómo afectaría a las personas que están de baja, un número muy alto en muchas empresas. Nos interesaría saber cómo afectaría a la conciliación familiar, y como afectaría al bienestar de los trabajadores y trabajadoras, que muchas encuestas no son demasiados optimistas a ese nivel», ha precisado.
El alcalde ha añadido que también se pretende estudiar el impacto de esas semanas de cuatro días laborales en lo relacionado con el cambio climático. «El hecho de que haya un día menos a la semana donde la gente no tiene que ir a trabajar teóricamente parece que puede reducir la circulación de vehículos, reducir los gases de efecto invernadero, la contaminación del aire o el ruido», ha apuntado.
Ribó ha expuesto que además se analizarán las repercusiones en lo económico, teniendo en cuenta que «hay sectores empresariales que, en principio, se pueden ver beneficiados, como la hostelería o la restauración». «Son aspectos que queremos ver» para «poder decir esto parece que funciona o no, o hay estos problemas», ha comentado.
El primer edil ha manifestado que las repercusiones se analizarán mediante una encuesta a entre 2.000 y 2.200 personas«, un sondeo que »será potente« y que tendrá »un grado de validez muy importante" para este estudio --ha precisado en València cuando se hace una encuesta electoral como mucho se llega a 1.000 personas--.
Además, el análisis que se quiere hacer se llevará a cabo a través de serie de factores que se extraerán de datos masivos de los indicadores que posee el Ayuntamiento. Ribó ha recordado que los resultados de ese estudio se prevé que se puedan dar a conocer alrededor del 15 de julio.
"no es una cuestión de trabajo"
«No es una cuestión de trabajo, de empresa. Eso lo hacen los sindicatos con los empresarios. Y no es una cuestión de legislación», ha reiterado Ribó, que ha remarcado que se busca ver lo efectos que esas semanas con menos días de trabajo tendrán en la cuidad.
El alcalde ha agregado que los datos que se obtengan del análisis correspondiente se enviarán a las administraciones competentes en materia de empleo, tanto del Gobierno como de la Generalitat.
Este análisis, que realizará el centro municipal de innovación Las Naves, tendrá en cuenta cuestiones como los usos del tiempo, la conciliación de la vida laboral, la sensación de bienestar, el descanso, el impacto de la medida sobre los gases de efecto invernadero, la calidad del aire, el silencio, el consumo energético, el tráfico, la red pública de transporte, el turismo de interior, la hostelería, el comercio y las compras en comercios y tiendas.
Desde la oposición municipal, la portavoz del PP, María José Catalá, ha pedido que no se generen «expectativas que no se van a poder cumplir».
«Hay que explicar a la gente que esto no se va a poder volver a repetir. Se da porque hay tres festivos que coinciden en lunes y hemos incorporado un festivo que tenía a su disposición el Ayuntamiento. Me gustaría que a la gente se le dijera la verdad. Esto no es ningún experimento que pueda ser aplicable en los próximos años. Se da porque este año han coincidido tres lunes festivos y hemos puesto un cuatro», ha expuesto.
"es una realidad puntual"
Catalá, que se ha pronunciado así tras la reunión que ha mantenido con CEV Valencia, ha agregado que le gustaría que «Ribó no intentara en campaña electoral generar discursos que son confusos y que no son reales». «La jornada de cuatro días no es verdad, es una realidad puntual. No es aplicable ni al año que viene, ni al otro, ni a ninguno», ha insistido.
La también candidata del PP a la Alcaldía ha añadido que le gustaría que en campaña electoral los mensajes «fueran veraces, no demagógicos» y que no se generen «expectativas que no se van a poder cumplir», a la vez que ha emplazado a «ahondar en las preocupaciones reales de los valencianos: política tributaria, movilidad, mejora de la calidad de vida, ayudas sociales a los que lo necesitan y proyectos ilusionantes».