Las empresas de inserción ya pueden solicitar las ayudas del Programa ARINSER del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM). Estas subvenciones, que cuentan este año con un presupuesto de 1,5 millones de euros, están dirigidas a favorecer la integración socio-laboral de personas en situación o riesgo de exclusión a través de las 17 entidades de este tipo que están calificadas e inscritas en el registro del INAEM y que proporcionan empleo a más de 300 trabajadores en la Comunidad Autónoma, la mayoría procedentes de situaciones de riesgo de exclusión.
El Boletín Oficial de Aragón (BOA) ha publicado esta semana la convocatoria 2023 de este programa que incluye diversas ayudas. En concreto, se ofrecen subvenciones por la creación y mantenimiento de empleo, con ayudas que equivalen al 60 por ciento del salario mínimo interprofesional durante tres años; y a proyectos generadores de empleo estable, con un máximo de 8.000 euros por cada nuevo puesto de trabajo creado.
Además, por cada trabajador de su plantilla que se logre incorporar en empresas ordinarias se ofrecen 4.000 euros, ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.
El programa ARINSER contempla también ayudas para la contratación tanto de técnicos de inserción como de directores, gerentes o personal técnico que garantice la viabilidad de la empresa, y para la realización de estudios, auditorias o para la obtención de certificaciones de calidad.
Empresas de inserción
Las empresas de inserción forman parte de la economía social y son sociedades mercantiles o cooperativas promovidas por entidades sin ánimo de lucro con la finalidad de facilitar el acceso al mercado laboral de personas en situación de exclusión, proporcionándoles un puesto de trabajo, formación y acompañamiento durante un periodo máximo de tres años.
Para lograr la integración y formación socio-laboral de personas en situación de exclusión social como tránsito hacia el empleo ordinario, les proporcionan a sus trabajadores, como parte de sus itinerarios de inserción, procesos personalizados y asistidos de trabajo remunerado, formación en el puesto de trabajo y habituación laboral y social.
Asimismo, estas empresas deben tener servicios de intervención o acompañamiento para la inserción socio-laboral que faciliten su posterior incorporación al mercado de trabajo ordinario.