La Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía ha remitido a las partes este viernes los servicios mínimos fijados para el caso de que, finalmente, haya huelga en el Metro de Sevilla a partir de este domingo 2 de abril, Domingo de Ramos. Estos servicios serán de un 50% en hora punta los días especiales, de un 30% en horas valle en esos mismos días y de un 40% en horas punta en las jornadas de servicios ordinarios.
Así lo han confirmado fuentes del comité de empresa a Europa Press, que han apuntado que a las 10,30 horas de este Viernes de Dolores los representantes de los trabajadores y la empresa que gestiona la línea 1 del Metro se vuelven a sentar con el fin de intentar alcanzar 'in extremis' un acuerdo que evite la huelga en Semana Santa.
En la documentación presentada, los trabajadores han planteado parar toda la Semana Santa (del 2 al 8 de abril durante la jornada completa) y la Feria (del 22 al 30 de abril también en jornada completa). De no llegarse a un acuerdo, este Domingo de Ramos la ciudad estrenaría Semana Santa sin servicio de Metro.
Igualmente, están previstos paros parciales los días 10, 12, 14, 18 y 20 de abril de 7,00 a 9,00 horas y de 13,30 a 15,30 horas. Los días 2 y 4 de mayo, los paros serían en estas mismas franjas horarias, y a partir del 8 de mayo, éste incluido, los paros serían de 7,00 a 9,00 y de 13,30 a 15,30 durante las semanas impares los lunes, miércoles y viernes. Las semanas pares, los martes y jueves hasta final de 2023, tal como se especifica en la documentación consultada por Europa Press.
Esta decisión viene derivada de la «falta de respuesta» de la empresa que gestiona la línea 1 del Metro a la última propuesta presentada por los representantes de los trabajadores en la reunión mantenida el pasado 21 de marzo. El comité de empresa ha explicado que la última propuesta consistía en una prórroga del convenio colectivo vigente y una subida salarial del IPC de 2022 (5,7%), ya que, tal y como argumentan, «una empresa que cobra el IPC de la Junta y con los beneficios que tiene incluso en los años malos de pandemia, como mínimo, se lo tiene que pagar a los trabajadores».