El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha remarcado que el gobierno valenciano está en su «derecho legítimo» de recurrir el Real que revisa el Plan Hidrológico del Tajo y reduce los caudales del trasvase al Segura, y ha manifestado, en relación con las críticas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que no entiende que «nadie se sienta agredido» y que la Generalitat quiere mantenerse lejos de la "confrontación.
Así lo ha indicado, en declaraciones a los medios durante la apertura del congreso internacional Valencia Battery Convention 2023, preguntado por las palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha anunciado que el Consejo de Gobierno de la próxima semana aprobará una resolución por la cual reclamará al Ejecutivo de Pedro Sánchez no dejar pasar el año de moratoria contemplado en el nuevo Plan de Cuenca del río Tajo y aplicar las nuevas normas, incluso, antes de verano.
La Generalitat Valenciana presentó este miércoles el recurso anunciado ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto 35/2023, de 24 de enero, que revisa el Plan Hidrológico del Tajo y reduce los caudales del trasvase al Segura y en el que pedirá la suspensión cautelar de los caudales ecológicos, tal y como están recogidos en el decreto del Plan Hidrológico del Tajo, al considerar que es «una decisión arbitraria que no se fundamente en criterios técnicos».
El presidente de la Generalitat ha señalado que el gobierno valenciano «siempre» ha tomado el «camino de la defensa de los intereses de los regantes» y «al mismo tiempo del diálogo permamente para conseguir agua para siempre». En ese sentido, ha asegurado que el Consell no va a «entrar en guerras del agua que lo único que producen es barro, inquietud e incertidumbre».
No obstante, ha remarcado que «cada uno tiene derecho a acudir a los tribunales y reivindicación política en el marco de su responsabilidad» y ha señalado que el gobierno valenciano, en el ámbito de su responsabilidad, «no está de acuerdo en cómo ha quedado» la disposición novena del Real Decreto que revisa el plan hidrológico del Tajo, aunque otros aspectos le parezcan «positivos». Así, ha señalado que continuarán trabajando en el marco de la comisión bilateral que se reunirá la próxima semana.
«Más allá de intentar hacer de esto una activo de discusión electoral, lo que tenemos que hacer es buscar soluciones y en ese marco es en el que estamos nosotros», ha subrayado el 'president', antes de añadir, respecto a las declaraciones de Emiliano García-Page: «Yo no tengo que decir nada de nadie porque nunca lo he dicho, porque nosotros nunca hemos estado en ese espacio de confrontación en el que algunos se siente muy cómodos».
Sobre la posición del presidente de Castilla-La Mancha, Puig ha señalado que las sentencias se ejecutan en un espacio de «seguridad jurídica en el que cada actor puede interpretarlas y acudir a los tribunales», en el marco de un estado de derecho. «Si el gobierno considera lesiva alguna determinada acción de otro gobierno, puede ir a los tribunales», ha comentado.
Puig ha recalcado: «Nosotros no funcionamos contrarrestando a nadie, actuamos en función del interés general de la Comunitat Valenciana. No hay más, no hay otro camino, no entendemos que nadie se sienta agredido por lo que es la determinación de defender el interés de la Comunitat Valenciana».
A su juicio, «extradimensionar esta cuestión obedece a otros intereses, pero no a los intereses de la defensa del agua», ha lamentado.
En ese sentido, respecto a que García-Page haya manifestado que endurecerá su posición en este asunto, Ximo Puig ha indicado que no sabe «qué es endurecer la posición» y ha insistido en que «la Generalitat tiene derecho legítimo de interponer un recurso frente a una parte (del plan) que entiende que no conviene a los intereses valencianos». Además, ha señalado que el ejecutivo valenciano «en 42 ocasiones» se ha situado «en contra de cuestiones que han afectado al trasvase».
El 'president' ha pedido que no haya «extradimensión ni altavoz extraordinario respecto a esta cuestión» y ha señalado que la Generalitat defiende lo que piensa que «es bueno para España, no solo la Comunitat Valenciana», pues la pérdida de «miles de puestos de trabajo» afectaría a la economía en su conjunto. «Defenderemos desde la legitimidad y con un talante abierto al diálogo como hemos hecho siempre, sin intentar en ningún caso crear confrontaciones inútiles. Si alguno está en el espacio de la confrontación, no es el nuestro», ha subrayado.
Sobre las críticas del PP, ha aseverado su «desnorte es absoluto en esta cuestión y en muchas otras», y ha recordado que «primero decían» que la Generalitat no presentaría el recurso. Así, ha afirmado que la Generalitat está «buscando el interés general» mientras el PP «está en otra cosa», porque «lo único que le interesa al PP es hacer de esto un activo electoral».
Al 'president0 le «parece curioso» la «coincidencia en el ataque entre lo que se dice en Castilla-La Mancha y lo que dice el PP de la Comunitat, unidos contra la posición de la Generalitat».
Además, ha incidido en que el PP tuvo «todo el tiempo del mundo para solucionar esta cuestión cuando gobernaba todas las instituciones y no hizo nada», «sus guerras fueron simplemente barro para nada», ha recriminado.