Un total de 856.580 madrileños estaban en lista de espera a final del mes de febrero para ver al especialista, someterse a una operación o pendientes de realizar una prueba diagnóstica, con un incremento del 38% respecto al segundo mes de 2019, justo antes de estallar la pandemia de Covid-19.
La lista de espera aumenta un 5,19% en el último año, con 45.172 personas más, un crecimiento en la línea también del registrado respecto al primer mes de 2023 (+5,56% y 45.172 madrileños más), según los datos oficiales de la Comunidad de Madrid.
De este modo, la lista de espera quirúrgica en la Comunidad cerró el segundo mes del año con 92.114 personas a la espera de intervención, con 131 personas más respecto al mes anterior (+0,14%), aunque con 1.528 menos que el año anterior (-1,68%). No obstante, si se compara con 2019, el crecimiento ha sido del 25,6% (18.782 madrileños más).
El tiempo de demora medio cae 7,53 días en el último mes hasta quedar en 54,84 días y baja 13,16 días respecto al segundo mes del pasado año. Comparado con el mismo periodo de 2019, los madrileños deben aguardar en febrero 12,61 días más de media, según los datos de la Consejería de Sanidad.
Desde el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero han destacado que estos datos sitúan a la región entre las comunidades autónomas con menor tiempo de espera para ser operado, incluso a pesar de la incidencia de la pandemia de Covid-19. A nivel nacional, la media está en 113 días, según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, correspondiente a junio de 2022.
Del total, la lista de espera en la categoría denominada 'estructural', aquella cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles, tenía 78.022 pacientes a la espera de intervención (el 84,70%), mientras que otros 9.495 eran por rechazo de derivación (10,31%) y los 4.597 restantes correspondían a operaciones transitoriamente no programables (4,99%).
El 42,76% de los pacientes que se encontraban en la lista de espera quirúrgica estructural tenían una demora media menor de 30 días (33.360); mientras que un 35,33% superaba los dos mes de espera y, de ellas, el 1,9% (1.485) lo hacía más de 180 días.
En el caso del rechazo de derivación, la demora media era de 108,45 días naturales, con 86 personas (0,91%) que aguardaban más de 360 días, según los datos del departamento dirigido por Enrique Ruiz Escudero.
Consultas externas
Respecto a la lista de espera de consultas externas, el número de pacientes en espera estructural para primera consulta era de 586.682 personas, un 6,5% más en el último mes (+36.104). De esta forma, crece un 38,5% respecto a febrero de 2019, con 163.232 madrileños más, y un 5,97% sobre el mismo mes del pasado año (+33.081).
En este caso, la demora media es de 60,77 días, frente a los 68,8 días que se registraban en enero (-8,03) o los 47,47 del segundo mes de 2022 (+13,3). Comparado con 2019, el tiempo de espera se incrementa un 26,91%.
Del total, 323.629 pacientes superaban los 90 días de demora; 67.045 tardaban entre 61 y 90 días; 76.838 entre 31 y 60 días; y 119.170 menos de un mes.
La lista de espera estructural para primera atención en pruebas diagnósticas y terapéuticas registraba en febrero 177.784 personas, con 8.987 personas más en el último mes y un aumento interanual del 4,5%. En este caso, hay 54.053 madrileños incluidos en la misma más que en 2019, con un incremento del 43,68%.
La demora media era de 55,63 días, es decir, 4,19 menos sobre enero. No obstante, crece 7,84 días sobre 2022 y se incrementa en 16,82 días respecto a 2019.
En este caso, 84.542 superaban los 90 días de demora media; 14.552 aguardaban entre 61 y 90 días; y 21.223 lo hacían entre 31 y 60. Finalmente, 57.467 esperaban menos de 30 días.
De esta forma, en el conjunto de las tres listas había un total de 856.580 personas, frente a las 814.299 que había en el mismo mes de 2022 y las 811.408 de enero. Fuentes de la Consejería de Sanidad han destacado el descenso en los tiempos de espera.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado medidas para proporcionar a los ciudadanos una asistencia programada no urgente para cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas en un tiempo inferior a los 45 días.